Era miércoles. Miércoles de alumbrado de mi feria. El Sevilla F.C. jugaba su tercera final de la Copa de la UEFA (ahora UEFA EUROPA LEAGUE). Yo no las tenía todas conmigo. No paraba de repetirme las semanas, los días anteriores que este equipo no era aquel de Juande Ramos. Aquel de los Kanouté, Navas, Maresca, Alves, Drago, Javi Navarro, Palop... ¡Ay, Palop!... ¿creen ustedes en las supersticiones? Yo a veces sí. Y no las tenía todas conmigo. Pero cuando un equipo está en racha y la suerte está de su lado, que esa condición llamada "suerte" también forma parte del fútbol, las supersticiones también valen.
Quiero contaros una pequeña anécdota. Ahora que ya estoy calmado. Los nervios me habían comido durante todo el día. Yo había decidido ver la final en casa, porque las otras dos también las vi aquí, y eso me dio buena suerte... ya sabéis.. supersticiones. Empezó el partido y yo estaba que me subía por las paredes. Llegó el final, iríamos a la prórroga. Yo puse en mi twitter lo siguiente: "Miércoles de Feria de Carmona, como en Glasgow... confiemos". Hubo muchos retweets. Pero me quiero trasladar a la semifinal contra el Valencia. Cuando perdíamos dos a cero, mi amigo, mi compadre, mi casi-hermano, Falcón que ahora regenta la repostería de la peña de mis amores, dijo estas palabras: "Nos van a marcar el tercero y nosotros marcamos en el descuento"... Y así fue. Lo celebramos dando saltos en plena calle en la puerta de la peña.
Aprovechando los días de feria, mi amigo se ha tomado un descansito de su currelo y se ha ido pasar un par de días de relax. A lo lejos llegaba la prórroga de la final y un mensaje de su pareja y madre de su futuro hijo, a la que también le dije que ojalá viniera con un pan en forma de copa bajo el brazo: "Tranquilízate que Falcón esta noche ha soñado con Beto parando penaltis" Y el mensaje decía "PENALTIS" en plural. Acababa la prórroga y yo, sin saber que hacer ya (me levantaba, me sentaba, fumaba, bebía agua...) veo que todo se tiene que decidir en los penaltis.
Tengo en una mesa de camilla en mi dormitorio dos bufandas bajo el cristal que la cubre. Una es la primera que me compré, mi primera bufanda del Sevilla, la clásica, la de toda la vida... la otra tiene su historia que otro día os contaré, pero era la que regalaban con la entrada a la Semifinal de la segunda UEFA que el Sevilla ganó, tras eliminar al Osasuna por dos a cero en el Pizjuán. Allí estuve y me traje mi bufanda. Esa bufanda nos dio el pase a la final de Glasgow... que fue un Miércoles de Feria de Carmona, como esta noche, una final que se decidió en los penaltis, como esta noche... ¿Creéis en supersticiones? De repente yo sí. Miré esa bufanda y solo pensé una cosa: "Como en Glasgow"..
Así que levanté el cristal, arrastré la bufanda, me la eché al cuello, cogí sus extremos apretando con ambas manos y caí en que antes de empezar el partido, llevaba también puesta la camiseta de aquella final de Glasgow, de aquel Miércoles de Alumbrado de Carmona. Era una señal, Tenía que tener esa bufanda puesta, y tocarla, y besarla, mirar con miedo a mi televisor...
Ahora recuerdo que uno de los primeros que ya estaba hoy en Turín para recibir al equipo era precisamente... el héroe de Glasgow, Andrés Palop que paró tres penaltis en aquella tanda. ¿Aún no creéis en las supersticiones? Llegaron los penaltis. Y el Sevilla los marcó todos, ejecutándolos de forma magistral. Y apareció BETO. Un portero que muchos criticaron y que yo recuerdo decirle a mi compadre Falcón el día que tuvo que sustituir a un lesionado Palop que me encataba ese tipo de guardametas: Loco, con cara de "tranquilos que aquí estoy yo". Me acordé de las maldiciones que le eché el día del Celta en casa. Y ahí estuvo Beto. Sólo necesitó parar dos, para que ya me rindiera a su grandeza.
Llegó Gameiro. Cojo. Infiltrado por un esguince en su rodilla que no quería perderse la "fiesta" y dijo: yo juego, y llegaron los penaltis y cojo dijo: yo lanzo. Y lanzó. Y se hizo la alegría, y yo miré mi bufanda y me eché a llorar como un niño pequeño. Aún se me está cayendo alguna lagrimita al recordarlo ahora que lo escribo a las mil de la madrugada. Y solo podía repetir una cosa: "Como en Glasgow, como en Glasgow, la bufanda de Glasgow"... Y llega la tercera UEFA. Único equipo español que posee tres veces este trofeo.
Ahora todo está en calma. Pero todavía me parece estar viviendo un sueño. Aún no me creo que el equipo de mis amores sea TRI-CAMPEON DE LA UEFA. Unai Emery, el entrenador dijo que "el fútbol me debe una". Espero señor Unai que considere saldada la deuda, porque no es fácil lo que usted ha hecho con un equipo más cortito que aquel de Glasgow, con las críticas constantes del Sevillismo que a veces, por exigente se ciega, con una plantilla con CATORCE futbolistas nuevos de este año. Mis respetos, y mi enhorabuena.
La bufanda de Glasgow ha vuelto a la mesa... bajo el cristal... con su extremo cayendo sobre las enaguas... ya reposa con sueño feliz... y ahí se quedará... lista..... por si se da la puñetera casualidad de que vuelva mi Sevilla a jugar otra final en Miércoles de Feria. Si llega a ser así, la veré en casa, y cogeré esa bufanda entre mis manos, porque sí, porque desde esta noche y en ocasiones puntuales... yo SÍ CREO EN SUPERSTICIONES. Felicidades Sevillistas del Mundo Entero. TRI-CAMPEONES.
1 comentario:
Dicen que nunca se rinde se rinde y el arte de su fútbol no tiene rival...
Mi hermano ayer me "obligó" a ir vestida con lo mismo que llevaba en el partido de Valencia y por supuesto, a verlo en el mismo bar, jajajaja.... ¡¡Bienaventuradas las supersticiones!!!
Un abrazote fuerte!!! Somos tricampeones, oleeeee!!!
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