03 diciembre 2015

ANATOMÍA DE "GREEN"




Cuando uno pasa tantas horas en un hospital, y sobre todo en "modo espera" por historias que ahora no vienen a cuento, le da tiempo a mucho. Mira el móvil, sale a fumar, y hasta tiene reflexiones sobre las que extenderse luego en un artículo para un blog. En este caso esta misma mañana, mientras aguardaba a que mis padres solucionaran sus asuntos de salud en el Macarena y el Policlínico al alimón, me vino una de ellas. El título hace referencia a una famosa serie de ficción norteamericana, que narra con un trasfondo sentimental y momentos erótico-irónicos, las relaciones entre el personal de un centro hospitalario. Se llama por si no la conocen, "Anatomía de Grey", y aunque en este caso "Grey" es un apellido, la palabrita en inglés se traduce como el color "gris". 

Si voy a hablar de hospitales, de picardía y erotismo, pero en este caso con hospital español, y sevillano por más señas, pues yo he usado el término inglés para definir el color de las batas de enfermeros y enfermeras, el "green", o sea, el verde. Con lo cual me parecía un divertido título para este post el de "Anatomía de Green". Y es que como decía, cuando uno pasa tantas horas en la puerta, pasillos, o cafetería de un hospital -lógicamente me refiero sin preocupaciones graves de salud por medio- y tiene largas esperas por delante, a veces no puede evitar fijarse en ciertos detalles. Reparar en caras, en formas de andar, de vestir, en las prisas, en las dificultades, en gestos...

Y cuando uno está en esa tesitura tan concreta que explico, se fija en algún que otro uniforme verde o bata blanca con fonendoscopio. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con ese mito de el doctor o la doctora, o el enfermero o la enfermera? La famosa escena del cuarto de rayos, o la camilla de una consulta, dejando solo la bata como única prenda permanente en un aquí te pillo aquí te mato con algún/a facultativo/a que compartiera una mirada de morbo.  Que yo sé habrá quien piense que cómo pienso esas cosas a horas tan tempranas -hay veces que un cacao caliente con churros hace milagros-,  y sé que habrá quien piense que para "alegrar" el cuerpo o la mente no existen horarios, ni lugares, ni estados inapropiados. 

No se trata de visualizar una escena de una película porno, o erótica. Se trata solo de ese pensamiento al mirar pasar una bata blanca o uniforme verde. Ese pensamiento que dura un segundo, un fotograma, que te hace obviar la otra parte que la serie "Anatomía de Grey" reflejaba que es la importantísima, impagable y altruista labor (en la mayoría de los casos), que hacen los doctores, doctoras, enfermeros, enfermeras, celadores y celadoras. Que no quisiera yo obviarlo pero en esta ocasión, sea mi "Anatomía de Green" para que el "verde" sea también la intención primordial de esta reflexión en voz escrita. 

Hoy en concreto, ha habido varias ocasiones en las que al ver pasar una bata blanca, lo que uno veía era de todo menos un médico, para mal y para bien, pero las que han sido para bien (como imagino que también alguna fémina habrá pensado al ver a algún enfermero), las que han sido para bien... bueno... digamos que dudo si en un momento concreto de la mañana, mi pensamiento salió en voz bajita por mis labios o se quedó en mi cabeza, pero en mi mente resonó como un grito. Fue un segundo, levanté la vista del móvil, dí una calada al cigarrillo, la vi pasar, y me salió un: "Ay... essssa bata...." 

Casi me llego a sentir mal por ese fotograma, por ese "¿Sería igual en la realidad que en mi imaginación?". Seguramente nunca lo sepa, pero luego también reparé en que resulta ser una fantasía tan común, que como decía antes, ¿quién no la ha tenido alguna vez?¿Quién no ha visualizado ese fotograma de la bata blanca y el fonendo como únicas prendas en una situación tan íntima como morbosa? En fin. Las cosas que a veces, aunque sea durante un segundo, piensa en una puerta de hospital mientras mata el tiempo. Los uniformes fetiches y sus correspondientes fantasías. Porque no se queda solo en el mundo de los "matasanos", ¿verdad? Se aceptan sugerencias de otros oficios con uniforme que den para el famoso fotograma.

09 noviembre 2015

OMBLIGUISMO INFORMATIVO Y FÚTBOL SEVILLANO.

Han jugado Sevilla y Madrid, los equipos de fútbol me refiero. ¿Lo sabíais? Pues ha ganado el Sevilla contra todo pronóstico, ¿lo sabíais también? En Madrid también se han enterado, pero esta noche "zapeando" por las radios deportivas, por la televisión no me ha dado tiempo, pero me da mucho miedo cierto canal público y su programa-tertulia deportivo, he notado una vez más lo borregos que llegamos a ser en España. 

A nivel futbolístico, informativo, periodístico y humano. Resulta que en este país, en lo que a la información deportiva se refiere estamos sometidos al ombliguismo madrileño. Quiso la providencia, o la historia de nuestra tierra, que los medios poderosos, las mayores antenas, los emisores más potentes de los principios de la comunicación en Radio, Prensa y Televisión se situaran en la capital del reino. Esto conlleva que, desde que sólo había dos canales en la tele, la información del deporte rey se diera para toda España desde Madrid.

Con un tufillo a épocas dictatoriales y negras, se emitían los resúmenes entonces de todos los equipos, pero resaltando, cómo no, a los dos equipos de Madrid, los principales, me refiero, que los del entrañable "Rayito" Vallecano también sufren este argumento que quiero explicaros. El caso es que con los años surgieron los canales autonómicos, los diarios locales, y la cosa no mejoró. Porque el españolito cateto, amigos míos, es un animal de costumbres, y siguen siendo líderes los canales madrileños, siguen siendo los más vendidos los periódicos con editoral e imprenta en Madrid, y así luego no es de extrañar que haya criaturas, que nazcan en... qué te digo yo, Carmona, Coria del Río, Marinaleda, o cualquier otro pueblo o capital andaluza y sean del Madrid o del Atlético o incluso del Barcelona. Para mear y no echar gota...

Con todos estos datos, seguimos sin darnos cuenta de que los medios madrileños no tienen culpa (sobre todo los privados) de que su epicentro, su razón de ser (posiblemente parte de sus sueldos o "primas") sean los equipos de Madrid. Porque gracias a esas criaturitas que decía, el Madrid y el Atlético son equipos con seguidores por toda España, y no sé por qué ley ética de la información, pues centran los minutajes de los resúmenes en los informativos NACIONALES, el número de páginas en los periódicos y los comentarios en la radio. Por eso, porque venden, y porque, hombre, ellos están en Madrid, trabajan, viven y duermen allí, y es lo que tienen cerca y son equipos importantísimos y los demás del país (a veces incluído el Barcelona -con su tufillo independentista incluído-) pues no son tan importantes ni tan laureados. 

Pero tragamos con su ombliguismo, sobre todo en el fútbol sevillano. Me da igual que se trate del Sevilla o el Betis. No tienen más que un día de estos, cuando cualquiera de nuestros dos equipos se enfrenten a cualquiera de los dos madrileños, intentar durante diez o quince minutos dejar sus sentimientos, sus nervios a un lado y oigan a los comentaristas (sobre todo al de Canal +, con cierta tendencia merengue) y presten atención a la doble lectura que tienen sus comentarios. Si tienen ustedes estómago, les darán ganas de vomitar. Y ojo, esto no se lo argumentes a un madridista o a un colchonero porque te ponen de "yonqui y gitano" para arriba. Porque ellos en su ombliguismo y borreguismo lógicamente se sienten como pez en el agua, porque en la tele sólo se habla de su Madrid o su Atleti y el resto es llorar.

Reconocerá este ombliguismo en los siguientes detalles: 1- El Madrid o el Atlético tienen que ganar SIEMPRE. No pueden permitirse que otro equipo (lógicamente inferior, sea el que sea) de la liga española le saque ni un punto a SUS equipos. 2- Es importante hablar de sus equipos siempre, bajo cualquier excusa, ¿que una de sus estrellitas se ha sacado un moquito en el entrenamiento? Reportaje que te crió y todos felices. ¿Que otra de sus estrellitas pasa la noche en prisión y está imputado por un delito de extorsión? Se tapa metiendo otra vez el reportaje del moquito y ya está, todos contentos.

Este es el periodismo deportivo que tenemos en España, queridos amigos béticos y sevillistas, y he escrito este artículo porque no he podido más al venir escuchando a ciertos periodistas aspirantes a humoristas que tienen su programa de radio y de televisión en cierta cadena nacional. ¿Por qué? Pues porque hoy EL MADRID HA PERDIDO CONTRA EL SEVILLA, PORQUE HA ESTADO FATAL, PORQUE CRISTIANO NO ESTÁ, PORQUE BENÍTEZ NO ENCUENTRA LA FÓRMULA, PORQUE SE HAN ALIADO LOS ASTROS Y PORQUE AL TITO FLOREN LE HA SENTAO MAL LA CRUZCAMPO, PERO NO PORQUE EL SEVILLA HAYA SIDO MEJOR QUE EL MADRID Y HAYA HECHO MÉRITOS Y LE HAYA ECHADO MÁS COJONES, NO. EL SEVILLA HA GANADO PORQUE EL MADRID, PRÁCTICAMENTE SEGÚN ESTOS FIGURAS, SE HA DEJADO GANAR.

El fútbol sevillano tiene mucha más clase que esa. Tanto Sevilla Fútbol Club, como Real Betis Balompié, y ¿Saben por qué? Porque uno es Tetra-Campeón de Europa y admirado en toda ella, y otro es querido y simpático en casi toda España. Ambos tienen una liga, ambos tienen títulos nacionales, ambos tienen aficiones envidiables, y ambos cuando un equipo es mejor y les gana, no arman la de Dios es Cristo porque no puedan perder bajo ningún concepto. Porque son equipos SEÑORES, porque saben reconocer que hay equipos mejores y hasta incluso a veces les ganan. Y no necesitan ninguno de los dos a la prensa nacional haciéndoles el trabajo sucio, presionando a los organismos federativos y de competición, y haciendo presión mediática para los árbitros. Lo único que pasa es que ahora ya, encima cuando vienen los "ombliguistas" tenemos que tener el pico cerrado, no sea que Tebas siga intentando fastidiarnos, con su ya conocido odio a todo lo que huela a Andalucía y sobre todo a su Capital...

Qué asco de fútbol "informativo", y qué pena de país que hasta para esto se deja dar por el culo, y encima pone la vaselina. Tiene cojones.




04 noviembre 2015

ESOS DÍAS CATASTRÓFICOS...

Vosotros también los habéis tenido, ¿Verdad? Esos días en los que nada te sale como tú quieres, ya no digo que te salga algo bien, o mal, si no que no sale sencilla y simplemente como te hubiera gustado. Y lo peor es que no sé si a vosotros os pasa, pero a mí sí: con tantos así que han venido ya he aprendido a reconocerlos. Y te avisan desde primera hora de la mañana, desde que abres los ojos a desgana encima de la almohada, desde que pones la primera escama de piel de planta del pié en el suelo. 

Pero yo tengo otro delito que sumar al historial de esos días catastróficos, y es que, a pesar de haber aprendido a reconocerlos, y cuando te viene uno de esos, volver a meterte en la cama, o sentarte frente al ordenador o a leer o a ver la tele y no hacer nada, absolutamente nada, que es lo que realmente te salvaría de la catástrofe de esa jornada, te levantas y sigues con tus cosas. Pero lo haces consciente de que todo esta envuelto como en una especie de aura gafe... 

Y aun así te dejas llevar por el día. Y pasas la mañana como puedes, aún pensando en que, por ejemplo, vas a cobrar menos por un trabajo que pensabas que era más, aún tras descubrir que lo que vas a comer no era lo que te apetecía, y aún soportando que esa siestecita reparadora que sueles echarte hoy, sin un por qué concreto no vas a poder dormirla porque no coges el sueño de la sobremesa, ese tan poderoso en otras ocasiones.

Pasas el día intentando sobreponerte a todo eso, buscando la creatividad para componer unos versos o entonar unas músicas que no salen, y optas por acabar dejándolo para otro día sintiéndote improductivo. O luego una llamada te hace ver la hora que es, y te pide que salgas corriendo a hacer un recado. O una persona te dice que dónde vas tan emperifollado con el chaleco nuevo que compraron el año pasado para ti, y otra te dice que dónde vas con ese chaleco que no te sienta nada bien y que no le gusta, cuando precisamente te lo has puesto para que le guste a esa persona, por sentirte con otra prenda diferente a las habituales. 

Respiras, o más bien suspiras y sigues adelante, conduciendo por los caudales de la vida y vuelves a ir a trabajar, o a una reunión que tú ibas pensando, será breve, es un puro trámite que se resuelve en cinco minutos, pero acaba siendo de cuarenta y lo que hacen es cargarte de compromisos, y encima no llegas a ver el partido de tu equipo a tu bar favorito. Cuando sales buscando tu bar, mientras oyes en la radio cómo tu equipo está siendo humillado, recuerdas que en tu bar favorito no se puede ver el partido por no sé qué nuevo acuerdo timo-televisivo. 

Vuelves a respirar pensando que ya le quedan pocas horas al día y que en el local donde vas a disfrutar y trabajar preparando una de tus mayores aficiones, sí que se ve el fútbol. Pero llegas y tu equipo recibe otra humillación, y entonces te pones con tu otra afición y justo antes de empezar, ya te han "pre-diseñado" el día de mañana entre trabajo y responsabilidades médicas, con horarios cruelmente incompatibles tanto para los desplazamientos como para aprovechar las horas muertas. Y vuelves a suspirar y empiezas con la afición ya sólo con ganas de coger la cama, o de que el ratito que le queda al día al menos dé su fruto, y... una mierda como el sombrero de un picaor, resulta ser un desastre y lo terminas antes de tiempo porque no puedes más.

Llegas a casa, informas del día siguiente que te espera y les espera a los que estarán contigo, cenas algo que al menos es una sorpresa agradable (son más de las 00.00, formalmente el día se ha acabado así que no cuenta), y llega ese momento de soledad, cuando todo el mundo duerme y le haces el repaso a este catastrófico día. 

"Hay cosas mucho peores", pensará alguno de vosotros, pero no iba yo a ese punto de trascendencia. Claro que las hay, peor es recibir una noticia de una enfermedad, o un fallecimiento, o tener un accidente doméstico o de tráfico, o que te atraquen, o te agredan, seguro que hay cosas mucho peores que con que te pase una sola, te arruina el día. Pero estos días catastróficos de rutina en los que nada te sale bien, yo no se a vosotros, pero a mí me absorben la energía y el ánimo hasta el punto de que creo que pierdo años de vida. Tengo al menos el consuelo de que ya el día se termina y pocas cosas más me pueden salir mal... bueno una sí, que se joda internet y no pueda publicar este post... ¿a ver?...  

31 octubre 2015

LA AMERICANIZACIÓN CATETA (DESMONTANDO JALOGÜIN).

No. No me gusta Jalogüin (Halloween para anglo-hablantes). No lo celebro, primo (que diría aquel). Bueno, tengo mi mancha en el expediente, una vez, y por reirnos... Pero no me gusta, no por la fiesta en sí, ya que soy muy aficionado a los relatos de terror y la parapsicología. No me gusta porque en este puto país, como siempre pervertimos todo lo que podamos intentar importar de otras costumbres y tradiciones, a costa por supuesto de joder las nuestras. Y me explico: Desde hace unos años a un amplio sector joven de la ciudad (y ocasionalmente no tan joven) le ha dado por celebrar la fiesta americana (con origen anglosajón) de Jalogüin.  Po vale. Desde hace años, a un amplio sector joven de la cuidad (y ocasionalmente no tan joven) le ha dado por celebrar nuestras fiestas a su puñetera forma y no a la que ha mandado la tradición que siempre nos han legado nuestros ancestros.

¿Navidades? Fiesta con botellona, suciedad, potas y peleas.
¿Reyes? Cabalgata con botellona, suciedad, potas y peleas
¿Carnavales? Desfile y Carpa con botellona, suciedad, potas y peleas (y drogas varias)
¿Domingo de Ramos? Botellona, suciedad, potas y peleas (Por suerte fuera del casco antiguo)
¿Jueves y Viernes Santo? Más de lo mismo.
¿Feria? Casetas de chunda-chunda (Por suerte ya desaparecidas, ahora de moda las orquestas pop) Macetas, suciedad, potas y peleas.
¿Romería? Alcohol, Ermita hecha un asco, Caballistas borrachos con claro peligro para los peatones, potas y peleas. (años anteriores con destrozos hasta de carretas).
¿Novena? Botellona en el cubete, suciedad, potas y peleas.

Aquí tenéis el resumen del año festivo en Carmona, con la inclusión de esta americanada tan aterradora, que ese amplio sector joven (y ocasionalmente no tan joven) ha convertido en horterada. Repito y reitero que cuando digo un "amplio sector joven" no meto a todos en el saco, no sea que peque de generalizar. Pero me refiero a un amplio sector joven que por su edad no debería ni de tener siquiera acceso al alcohol, y sin embargo lo tienen. No pregunto aquí quién debería controlar eso porque costaría un post interminable, pero a lo que voy.

En esta Españita nuestra, seguimos siendo los expertos en imagen de pandereta. Parece que desde las películas de Alfredo Landa no nos hemos quitado el sambenito de que el españolito tipo es "moreno, bajito y cabreao", y pobretón, y cateto. Muy cateto. Por lo menos en Carmona que es donde hasta ahora yo he visto celebrar el Jalogüin ese. Pero es que es verdad. Estamos inmersos en un proceso de una "americanización cateta", es decir, importamos lo que nos gusta de los americanos, pero la hacemos a nuestra forma, pervirtiendo cualquier característica de la fiesta originaria que se nos antoje, y entonces, en lugar de mejorarla, la empeoramos bochornosamente, que para eso somos Españoles.

Si el contacto más cercano que tenemos con la tierra del "Tío Sam" es la televisión o internet, y usted ha reparado en cómo se monta Halloween por aquellos terruños, convendrá conmigo que los yanquis para esas cosas son también auténtica potencia mundial. Veamos algunas diferencias:

Allí el personal se curra los disfraces (única y exclusivamente con temática de terror), con maquillajes terroríficos, inspirados en su primera industria (no la armamentística, no) la del CINE. Miren que hay referencias: Drácula, Frankenstain, Fantasmas, La momia, Esqueletos, Brujas, Gárgolas, Demonios, Películas como "El resplandor", "Viernes 13", "Pesadilla en Elm St","Scream", etc. 

Aquí el personal tira con lo que tiene, y si hablamos de disfraces masculinos, se soluciona con camisetas, leotardos negros, una capa chunga, y un maquillaje más chungo todavía, porque todos los preparativos para que no falte un detalle, se han concentrado en que la botellona esté completa. Si hablamos de disfraces femeninos se trata de un maquillaje normalmente igual de mal hecho que el del "Joker" de "El Caballero Oscuro", y cualquier disfraz que parece comprado en un sex-shop. La historia es que cuanto menos tape, mejor. 

Y ahí le dan rienda suelta a la imaginación: Ellos, de enfermeros manchaos de sangre, de espantapájaros, de vampiro de andar por casa, o como dije antes, camiseta y leotardo negro, y vámonos que nos vamos. Ellas pues de gatita, caperucita, piratita... alguno que otro de bruja en el que solo identifica el disfraz el gorro de pico doblado, porque de cabeza para abajo van de "drac queen"... en fin...

El sentido del Halloween americano, aquí se torna en Jalogüin porno-alcoholico-cateto, que de lo que se trata es de que por una noche que no es Carnaval, me disfrazo como excusa para coger la misma papa que por norma cojo los fines de semana, aunque algunos casos de estos tengan la edad para hacer lo que hacen los americanos, que es pedir caramelitos por las casas...

Y así con todo lo americano, queridos lectores. Porque en esta bendita Carmona, ¿Para qué vamos a mejorar nuestras costumbre? ¿Para qué vamos a aprender cómo se monta una caseta de feria con alguna peña de las que ya existen con décadas de historia? ¿Para qué vamos a adornar una carroza para Romería? ¿Para qué vamos a aprender a tocar una caja y un bombo o una guitarra o a cantar carnavales? ¿Para qué vamos a saber en qué consiste salir de Nazareno, o de Costalero, o cómo se vive socialmente bien una Semana Santa, y el respeto que tiene que tenerse a lo que se está viendo en la calle? ¿Para qué vamos a entender que la Novena es en sí misma una fiesta "religiosa" en honor a nuestra Virgen de Gracia?. Esa es la visión que repito, y recalco, un amplio sector de las generaciones venideras no tienen. Eso es lo que provoca que algunas de nuestras tradiciones estén cambiando a peor, hasta el punto de desaparecer tal y como las conocemos, si no fuera por unos cuantos locos que curran a la antigua usanza, gastando su tiempo libre y familiar por que el resto de la ciudad disfrute de esas fiestas.

La americanización cateta: El Jalogüin, que no Halloween. Nuestros antepasados romanos sí que sabían. Ellos veían interesante alguna costumbre de pueblo conquistado, y la adoptaban mejorándola. Nosotros no hemos sido capaces ni de hacer una puñetera hamburguesa como la hacen los americanos, ¿Vamos a saber celebrar Halloween, sin darle nuestro punto golfo, bochornoso y cateto? Estaba claro que no... ¿Queréis un buen Jalogüin? Leeros las "Leyendas" de Bécquer.

Po te vi a desí una cosa. Miedo me da que la próxima fiesta importada sea el "St Patrick" irlandés, (San Patricio) o todavía peor, el 4 de Julio americano, que si allí hacen espectáculos de fuegos artificiales, apuesto a que aquí sale media ciudad ardiendo FIJO. 
En fin que me sigo quedando con la noche de ánimas y el día de nuestros Difuntos y todos los Santos. Espero no haber herido sensibilidades con esta opinión a mis lectores más jóvenes, pero en mi defensa diré, que a mí anoche me hirieron sensiblemente mi vista, y mi sentido del buen gusto... ¡¡y yo no dije ni pío, carajo!! 

28 octubre 2015

LA IMAGINACIÓN Y LOS SUEÑOS DEL DESEO

Hay veces que como no puedo tenerte... te sueño. Hay veces que incluso no puedo esperar a dormir para tener tu imagen ante mí y directamente... te imagino. Hay ocasiones en las que una simple chispa de soledad o de complicidad de la noche, hacen que me vea arrancándote la ropa al cerrar los ojos, o te observe sentándote lentamente en mi cama mientras te la quitas tú delicadamente, dirigiéndome esa mirada pícara y a la vez seria y llena de deseo.

Hay veces en que en mis sueños nos fundimos en una sola piel, mientras mis labios recorren los lugares más privados de tu cuerpo. Veces en las que no importa la hora, ni el ajetreo de los días ni el cansancio. Sólo importa la avidez con la que nos encontramos en un momento cualquiera y coincidimos en dar rienda suelta a la lujuria.  Otras veces te sueño o te imagino con un conjunto de lencería que a la par de dejar muy poco a la imaginación, resulta irresistiblemente sexy puesto sobre tu cuerpo.

En esas veces, casi prefiero no quitártelo y dejarme hacer mientras te miro amarme. Acariciar tus pechos o sujetar tu cintura o arañar tu espalda mientras nuestras lenguas se ensalzan en una húmeda conversación, y nuestros sexos convergen en la más placentera de las batallas contra la rutina diaria. Esas veces no quiero despertar, ni abrir los ojos porque te tengo, mía, a mi merced y lujuria. Esas veces sé que eres tú por lo que siento soñándote y no por lo que sueño.

En esos sueños, en ese cerrar de ojos no hay tregua para la pasión, para las embestidas que a ti casi te dejan sin aliento y a mí me colman los sentidos, para los besos interminables en cada poro de tu piel, para las caricias de mis uñas sobre tu espalda y de las yemas de mis dedos sobre tus nalgas y tus piernas. Para las palabras susurradas que nadie que no seas tú puede oír. No hay tregua para hacer todo lo que deseo cuando te veo bebiendo de tu vaso en el bar, o encendiéndote un cigarrillo, o mirando el móvil, o callada mientras te quedas pensativa maquinando sabe Dios qué. No hay tregua en esos sueños porque es en ellos donde nadie puede escandalizarse por los orgasmos que te provocaría, o incluso si se escandalizaran, al despertar seguirían si saber lo que han visto...

Son imaginaciones mías que a veces sueño con que sean las tuyas. Son sueños míos que a veces imagino que sean los tuyos. Y cuando no podemos encontrarnos en la vida real, imagino que es en los sueños donde nos vemos, y sueño que nos imaginamos con la desesperación de saber el placer que nos provocaríamos, las horas que pasarían siendo cómplices de nuestros gemidos, de nuestras caricias, de nuestra lujuria y nuestra ropa interior tirada en cualquier parte. 

En noches como esta, me propongo que sea una de esas veces. No descarto decirte que si es un sueño, despertaré con más ganas de ti. No descarto que si no puedo esperar a dormir y al final te imagino, mis ganas de ti acabarán por materializarse en caricias propias. No descarto nada, y lo deseo todo. Y en ese todo estaría tu cuerpo en carne y hueso, pero es lo bonito que tienen los sueños, que hasta cuando es imposible, puedo tenerte, aunque solo sea fruto de mi imaginación... 

23 octubre 2015

CARMONA, EL SEXO, LA INTIMIDAD Y LA DOBLE MORAL.

Han abierto una tienda de lencería íntima en Carmona. No se han puesto en un sitio cualquiera, si no en una calle amplia, con tráfico y de variedad comercial como es San Antón. Junto a un bar, un salón recreativo, una tienda de electrodomésticos, otra de cerámica, una abacería, una imprenta, una tienda de móviles, una pescadería, una zapatería... pero ahí reluce, con su escaparate amplio y luminoso, ropa interior e íntima, para los momentos más sexuales de los Carmonenses.

Hace tiempo que llevo queriendo escribir sobre esto, y hoy que tengo un huequito en mis ajetreados días he aprovechado. ¿Sabéis? No sé si es casualidad, pero la tienda lleva abierta más de un mes, y yo paso CADA DÍA, por la calle San Antón. Aún no he visto clientela dentro cuando he pasado, y me he preguntado: "¿y esto por qué será?" Y he intentado teorizar con varios motivos. El primero que se me ocurrió es la propia idiosincrasia de Carmona, su forma de ser, su forma de pensar y de hablar sobre terceros y nunca de sí misma (me refiero a la mayoría de la gente de este pueblo). En realidad, todos los motivos que se me ocurrieron después iban relacionados con este.

Carmona es esa ciudad con doble moral cuasi americana. Es decir, nosotros nos quejamos de que esta ciudad no avanza, de que los empresarios o emprendedores no tienen salida, pero cuando llega la hora de consumir nos vamos al de fuera que tiene su tienda aquí, o a las grandes superficies de la capital. ¿Quiere hacerse rico amigo foráneo?, ponga una tienda de lo que sea en Carmona. 

Luego pensé: "Igual es que es ropa interior de marca y es muy cara y la gente prefiere comprarse los tangas y los boxers en el mercadillo de los lunes..." Y puede que tenga razón si nos avenimos a lo que antes mencionaba. Pero se me ocurrieron otros motivos peores. Esta ciudad, tan puritana y casta como es para ciertas cosas y tan criticona y bochornsa para otras, hace que si por cualquier cosa eres medianamente conocido, se te monte alrededor una especie de "Gran Hermano" pueblerino, con debate posterior incluido tras cada imagen que alguien quiera dejar patente sobre ti.

Y me vino la idea de que si yo, por ejemplo, quisiera entrar en la tienda en cuestión, me quedaría con las ganas por miedo al qué dirán. Es más, si entrara por ejemplo para comprar un "modelito picante" para mi señora, novia, pareja o "amiga con derecho a roce", desconfiaría hasta de la discreción del dependiente o dependienta. Y ese puede ser un motivo importante por el que nunca veo a nadie comprando en esa atractiva, a la par que insinuante tienda de lencería fina. Puede ser que el carmonense piense: "sí hombre!!, voy a entrar yo ahí a comprarme un boxer o un tanga o un salto de cama pa mi parienta, y salgo en los periódicos". 

Correcto. Ese es el hobby de esta ciudad, sacar en los periódicos a la gente por algo que debería ser normal. Queremos subirnos al carro de los pueblos y ciudades que avanzan, queremos ser una Sevilla en pequeñito, y por nuestro propio patetismo en ciertos temas, NUNCA LO SEREMOS (le duela esto a quien le duela). Me remito por ejemplo a cuando abrieron un sex shop. Yo no sé por qué cerraron, pero me imagino que por montar uno más grande con las ganancias del primero, desde luego no fue.

Vamos de modernos, de cosmopolitas, pero luego en torno a la intimidad de los demás no tenemos el menor de los respetos y largamos hasta el último dato que tengamos (y si no, nos lo inventamos) sobre quien sale con quién, quién ha dejado a quién, quién es de tal orientación sexual, quién está liao con quién... damos mucha pena, por no decir asco.  Y luego eso sí, cuando se abre cierta casa PRIVADA en la ciudad, para quien no tiene la posibilidad de encontrar pareja para desahogar sus instintos más naturales, se arma un "akelarre" para expulsarlos de la casa y cuasi del pueblo.

¿Una tienda de ropa íntima? Espero que sea casualidad eso de que yo nunca la vea llena de clientela cuando paso y vayan a otras horas, porque si no, mal futuro puedo augurarle, como todo lo que se refiera a comercios sobre sexo e intimidad (aunque también vendan "bragas sobaqueras" o ropa interior de lo más normal y de lo más chula). Este pueblo me recuerda a la doble moral americana. En la tele ni una escena de sexo y cualquier palabra malsonante tapada con un pitido, pero luego imágenes de cadáveres que causa la violencia callejera, las drogas, o la imagen de Bin Laden masacrado o el ahorcamiento de Hussein. Salvando las diferencias, aquí somos igual de hipócritas, pero menos grandes, aunque sí mucho más criticones. Hasta el punto de que quien decida usar alguna de estas tiendas, tiene que hacerse una auténtica proposición de valentía y de indiferencia ante lo que ya sabe, que van a opinar los demás... 

MANDA COJONES....

08 septiembre 2015

GRACIAS Y HASTA SIEMPRE.

Nada tuvo que ver que llevaras el nombre del lugar donde nació Dios, para demostrarme con tus actos y tus palabras lo que es ser una persona buena y sin maldad. Nada tuvo que ver que le pusieras a tu hija en su nombre los Dolores que todos sufrimos contigo y por ti en tus últimos años. Nada tiene que ver y lo tiene que ver todo. 

Es ahora cuando ya te has ido, cuando los recuerdos son más fuertes, aunque los tenía cada vez que iba a verte, ya en tus días de agotamiento, cuando te me quedabas mirando sin recordar quién era, y aún así, esbozabas una sonrisa y una mirada limpia y brillante. Yo besaba tu mejilla y tu frente, y te llamaba "reina", porque eso fuiste siempre en mi familia materna.  Entonces te recordaba cuando aprendía a contar de tu mano bajando y subiendo los escalones del postigo, cuando nos dirigíamos a aquel paraíso de mi niñez, en forma de casa antigua de vecinos de la calle Montánchez.

¿Te acuerdas? Hacías muslos de pollo para almorzar y yo los quería sin cubiertos, porque me gustaba comérmelos "como los vaqueros de las películas", a bocados, y tú te reías y me seguías la fantasía. Es curioso que ahora no me guste el pollo, será porque ya no estabas tú para cocinarlo. Recuerdo las noches de verano en aquella fresca casa, cuando tus remedios para que los mosquitos no masacraran mi piel de mocoso, no eran una pastilla con enchufe, si no un papel de periódico con unos cuantos jazmines a medio abrir. Los cogías con cariño para mí, de aquel precioso patio lleno de miles de geranios, algún rosal, y un impresionante jazmín reinando en la pared central. 

Nunca faltó en tu cabecera el retrato de la Madre de Dios, con el Niño Jesús en sus brazos, en forma de imagen de arte renacentista. Recuerdo tu devoción a la Virgen que guarda esta ciudad, y que celebra su día el día después de que te hayas ido, porque quizá Ella haya querido tenerte a su vera en su día más grande. Quizá como regalo para ti, quiso aliviarte tanto sufrimiento para que ahora, desde el Cielo de las personas de corazón inmaculado, nos protejas junto a la Señora llena de Gracia. 

Recuerdo cuánto te reías con mis ocurrencias y mis tonterías, como le preparabas al abuelo una olla templada, para que el agua de aquella piscinita de cuatro patas en el patio en la que me bañaba no estuviera demasiado fría. Luego el abuelo me traía unas papitas aliñás en un tenedor para que me tomara una tapita sin salir del agua. Recuerdo con qué ilusión recibías cada novena el moñito de la Virgen que te llevaba cuando tú ya no podías ir a verla.  Y tu frustración cuando el cerebro te dio aquel primer aviso y al recuperarte, a veces no encontrabas una palabra obvia para terminar una frase que quisieras decirnos.

Podría escribir un post interminable con las cosas buenas que recuerdo de ti, y que aportaste a mi corazón, y a mi modo de vida. Pero incluso cuando no podías hablar, ni moverte, ni valerte por ti misma, me aportaste cosas. Cosas que van más allá del sabor de algunos de tus guisos que jamás pudo igualar nadie. Cosas como eso que entiendo como "Amor Verdadero", el de dos almas que han estado toda la vida juntas, hasta los últimos días. Un valor que hoy ya no se conoce, que yo no he podido conocer porque todos mis amores me salieron "rana", o incluso puede que el "sapo" sea yo y por eso nadie me soporta. 

Cosas como el ejemplo de mi madre, maltrecha, llena de dolores y con los nervios destrozados, con diabetes y no sé cuántas cosas más, y que no faltó a la vera de tu cama, en tu casa, en la residencia, en el hospital, ni un sólo día. Daba igual que lloviera, que nevara, o que el asfalto ardiera de la calor. Nunca tuvo un descanso de su amor y pena por ti y por el abuelo. Nunca yo tampoco lo tuve aunque no te veía con tanta frecuencia como me hubiera gustado, de sostenerle a mi madre sus lamentos por cómo te iba viendo, por su cansancio, sus cambios de humor. Nunca encontré mayor prueba de amor a unos padres, que la que me han dado los míos. Mi padre primero con los suyos, y mi madre ahora contigo hasta tu último día y con el abuelo el tiempo que tarde en volver a besarte y abrazarte.

¿Sabes, abuela? Quizá los problemas de las nuevas generaciones es que no han tenido esos ejemplos como los tuve yo. Quizá ahora la gente se separa tan fácil porque en sus corazones no vienen genes para gastar 60 o 70 años con la misma persona. Quizá las nuevas generaciones traen el corazón más oscuro, como para no tenerle la devoción que se le debe a quien te dio la vida, te enseñó a caminar y a respirar. Quizá no se enseña bien, quizá no se aprende bien. No lo sé, pero yo me siento afortunado por los ejemplos que he tenido  y que tengo. Y tú perteneces a ese grupo de ejemplos. Por eso tengo que estarte agradecido.

Hoy quería cerrar la pena que llevo sintiendo por ti durante cuatro años, y que se acentuó ayer de forma tan inesperada como cruel. Yo creía que estaba preparado para verte marchar definitivamente, que sería un alivio que cesaras tu sufrimiento para irte al lado de tu Virgen de Gracia a protegernos a todos. Yo creía que mamá podría recuperar energías (para eso aún es pronto, esperemos que sea así). Yo creía tantas cosas, que por creer, tuviste que darme otra lección a mis casi cuatro décadas. Yo pensaba que la pena no me iba a poder porque todos entenderíamos, deseábamos, esperábamos que tu descanso y alivio fueran también los nuestros. Pero no fue así, y aunque intenté aguantar, tuve varios momentos de volver a mi niñez en forma de llanto, y como tal lloré por ti, con un aluvión de recuerdos masacrando mi mente, envueltos en tu sonrisa tan pura y tan noble.

Por eso he querido darte las gracias. Y por eso he querido mandarte esta carta y decirte "hasta siempre", porque siempre estarás en mi memoria, cada día, por detalles tontos, vete tú a saber... Y porque tengo en mi corazón tu mejor recuerdo, el ejemplo que diste y contigo me ha dado mi madre, como mi padre me dio con los suyos, y eso es una marca, que no se borrará nunca de mi corazón. Dale un besito a todos los que tengo por ahí arriba, que de los que dejas aquí abajo, ya me encargo yo... como tú me enseñaste. Ya no habrá más lágrimas de pena, será siempre una sonrisa la que me salga al recordarte, y si cae alguna lágrima, puedes estar segura, que será de alegría y emoción por haberte conocido, por haber tenido el privilegio de ser nieto tuyo. 

Hasta siempre, abuelita.

21 agosto 2015

"CARMONA EN PENUMBRAS"

Anoche viví una experiencia maravillosa. Aunque con algún recelo porque la vida que llevo últimamente (estoy intentando hacer ejercicio) me deja muerto al final del día, acepté la propuesta de mi amigo Rafa Morales y su empresa "Adarve Cultural" de recorrer nuestra ciudad cuando luce tan hermosa cubierta por el manto de la noche y los adornos de los rayos de la luna.

Aunque la noche pintaba calurosa (y finalmente fue húmeda), un vientecillo agradable quiso sumarse también a esta ruta de dos horas llamada "CARMONA EN PENUMBRAS". En este recorrido por lugares emblemáticos de nuestro terruño, Rafa intercala algunos datos históricos sobre ciertos monumentos, con otro tipo de historias referentes a los mismos.

No quiero desvelar nada porque os estropearía un recorrido de ciento veinte minutos que depara muchas sorpresas, pero algunos detalles os daré. Aparte de hacer ejercicio, que siempre viene bien un paseo por nuestras calles menos transitadas y ocultas, conoceréis de la mano de Rafa numerosas historias. Unas puramente fruto de la fantasía popular, otras leyendas que pueden ser o no ser ciertas, y otras documentadas incluso con testimonios de sus protagonistas. 

Se hablará de monstruos sobrenaturales, seres oscuros, fantasmas, muertes en extrañas circunstancias, datos sobre la historia pasada de nuestra ciudad que en la quizá demasiado tímida voz de Rafa, si conocéis Carmona, os hará que la próxima vez que paséis por ciertos lugares, los miréis de forma diferente. Incluso siendo de aquí, admito que vi lugares desde un punto de vista en los que antes no había reparado. 

Si no sois de Carmona y venís a pasar unos días, o una jornada, os recomiendo que contactéis con "Adarve Cultural" porque si podéis disfrutar de esta ruta (tiene otras muchas con diferentes temáticas), os llevaréis una impresión permanente en vuestras retinas, de una ciudad que no solo muestra su esplendor a la luz del día, sino que grita ocultamente sus misterios y tragedias al amparo de la noche. 

Para mí ha sido toda una sorpresa descubrir leyendas y mitos que no conocía sobre mi patria chica, y un placer volver a recordar historias que sí que albergaba en mis recuerdos. Felicito a Rafa por la profesionalidad, la amabilidad, y sobre todo la ilusión con la que regala estos momentos a precios que bien lo valen, y os aseguro que Carmona tiene historias y leyendas para que el tal Iker Jiménez viniera a hacer una investigación o escribiera un libro.

Lo dicho, desde ahora, y gracias a Adarve Cultural, cuando pasee por Carmona en penumbras, nunca volveré a mirarla de la misma manera... cerraré los ojos, inspiraré profundamente, esbozaré una sonrisa y puede que a mis oídos lleguen los ecos de ciertos personajes, de ciertas historias, que un día, en tiempos lejanos, atemorizaron a sus moradores, y que hoy día aún siguen latentes en nuestros corazones y en los ojos y oídos de muchos, que siguen viviéndolas. 

16 agosto 2015

PASEAR ES DE VIEJOS

Hay quien dice que pasear es cosa de viejos. No me lo he inventado. Lo he oído e incluso leído en muchas ocasiones. Yo no estoy de acuerdo con esa sentencia. Y admito que el hecho de pasear, así porque sí, se está volviendo algo tan inusual, tan raro en los tiempos que corren, que con el devenir de los días, las prisas, las obligaciones, el estrés, la falta de tiempo es la excusa perfecta para obviar esta práctica.

Quizá ahora que lo pienso es verdad que sea una cuestión de edades, o quizá de gustos, porque como decía, con tanto que hacer en la vida que hoy ocupa a la sociedad, la gente prefiera su tiempo libre para salir a tomar una copa, ir al cine, o simplemente quedarse en casa contemplando la caja tonta con un cuenco de palomitas u otros manjares. Estamos tan acomodados que la mayoría de los problemas de aparcamiento son porque queremos dejar el coche en la misma puerta o lo más cerca posible de nuestro punto de destino. Tanto que nos molesta dejar el coche en ese aparcamiento libre que vemos, tan solo porque está a unos metros o minutos andando de donde vayamos. 

Pero pasear, entiéndase andar a ritmo lento, es algo que se está perdiendo. Me refiero al concepto. Porque nuestra sociedad moderna nos inyecta la prisa en el paso aunque simplemente estemos dando una vuelta por tomar el aire. "Yo es que no sé andar lento", también lo he oído. Pero desde esta pequeña ventanita al mundo que tengo con vosotros, os recomiendo lo contrario. Cambiad un día el ritmo del paso. Los cofrades "irse aguantando", los carnavaleros a ritmo de desfile de los de antes, los feriantes, a compás de sevillana lenta. Dejad que un pié le pida permiso al otro para adelantarse. La hora da igual, puede ser a media tarde con la caída del sol cuando el cielo se torna de ese morado que tan bien le sienta a esta ciudad milenaria, o a cualquiera desde la que me leáis.

Puede ser amaneciendo, con las primeras luces del alba acariciando las murallas y la cal de las paredes. Pero si es verano y la noche está fresca, yo recomiendo la noche. Es más, si es agosto y apenas hay tráfico en la ciudad, os conmino a que cerréis las manos tras la espalda, abráis los ojos frente a la cara, y comencéis el paso lento mirando a todas partes y a la nada. Llenaos los pulmones con el aire fresco de la noche, dejad que vuestros pensamientos se vayan a otra parte, o que acudan a vuestra mente con la serenidad necesaria para reflexiones acertadas.

No os marquéis un rumbo, ni un destino, ni un tiempo. Simplemente poned el paso lo más lento que podáis y no miréis hacia dónde vais. Si queréis podéis parar a tomar un refrigerio en cualquier sitio, o sentaros si hay posibilidad en cualquier punto del camino a disfrutar de las vistas. Pasear no es una costumbre, es un rito sagrado para el espíritu. Hacedlo y luego me contáis si estáis de acuerdo con eso de que pasear es de viejos, sólo porque a ciertas edades el cuerpo no permite un paso más lento.

Pasear no es de viejos, no. Es de almas que aún saben sentirse receptivas a la vida sin prisas, a la desconexión por puro placer, a la contemplación de las maravillas históricas y arquitectónicas y naturales, que por el maldito estrés, por eso de ir con prisas a todos lados, pasan inadvertidas ante nuestros ojos. No tenéis excusas, ahora con las noches tan frescas que nos vienen, pasear, con la ciudad vacía, es una auténtica delicia, pero espero que en lugar de rebatírmelo sin más, lo comprobéis por vosotros mismos, y luego me digáis si encontráis tan triste e injusta como yo, la sentencia de tantos pobres estresados que dicen que pasear... es de viejos.

12 agosto 2015

CUANDO PERDER NO ES PERDER

Hay veces en la vida en las que uno oye la frase esa tan manida de "lo importante es participar". Hay veces en que uno la usa como consuelo por no haber dado la talla en alguna empresa que se haya acometido. Pero hay otras veces, en las que esa frase deja de tener ningún sentido porque perdiendo te sientes ganador.
A veces llegan ocasiones en las que se mezclan en un caldero mágico ciertos ingredientes, a saber: trabajo duro, ambiente cordial, algo llamado "sentimiento" que te cala desde el primer día que ves el caldero y no sabes cómo, coraje, fe, responsabilidad, aliento de millones de almas en presencia y en distancia, y por supuesto calidad. Entonces es cuando se forja una ocasión en la que tanto los protagonistas, como los que los apoyan saben que hay que beber de ese caldero.
Entonces es cuando se hace la magia que convierte a David en otro gigante como Goliath. Y aunque en este "nuevo" pasaje bíblico-futbolistico del fútbol sevillano hecho gloria, venció Goliath, David murió casi matando. El gigante sangraba, temía, temblaba, dudaba, y por eso se agenció a un diablo con silbato que se inventó dos regalos para que Goliath hiciera de las suyas convertido en un pequeño mago argentino del balón. El diablo ya puestos, cuando David casi agonizaba y lanzó una última vez su pedrada, miró para otro lado obviando el penalti que hubiera supuesto otros diez penaltis.
Pero David cayó. Injustamente. En el último suspiro de la batalla. Como más suele doler. Pero en este caso, ese sentimiento tan tremendo llamado Sevilla no se dolió. Porque David estuvo muerto cuatro veces, y cuatro se levantó, y pudo tumbar en cinco a Goliath. Todo esto no es más que una justificación de por qué el texto bíblico mereció repetirse hoy. Pero no fue así, y nos ha dado igual. Nos ha dado igual porque de ese caldero es del que vamos a seguir bebiendo los próximos meses. Hoy el Sevillismo ha ganado otro título, el de la autosatisfacción por el trabajo bien hecho, independientemente del resultado. El de saberse grandes por el simple hecho de casi derribar a Goliath. El de experimentar esa nostálgica pero hermosísima sensación de que perder no ha sido perder, si no ganar en orgullo, en grandeza y en admiración.
Maldito sea el fútbol (y los pésimos árbitros) que nos ha quitado poder vivir la sensación de que la gesta hubiera sido aún más sonada, si hubiera entrado la de Coke, o la de Ramí, o se hubiera pitado el penalti de libro en la última jugada. Pero esa es la única pena, quedarnos sin saber qué hubiera pasado si se llega a los penaltis. El resto es la celebración de un título que NADIE más que nosotros posee, y que hoy se ha revalorizado a base de bien: EL DE SER SEVILLISTAS. Y créanme, ese título vale más que todos los presupuestos de la Liga juntos. Y créanme, cuando perder no es perder, uno se va a la cama tela de feliz, y ser feliz perdiendo, eso sólo se lo puede permitir un equipo, un escudo, una afición.
Presiento que este año vamos a divertirnos mucho con este equipo, sobre todo cuando ya nos han hecho vivir lo único que nos faltaba, perder una final dejándonos la sensación de haberla ganado. Buenas noches a todos.
PD: Gracias a Maria Hidalgo Avila y a toda su familia por la maravillosa hospitalidad y familiaridad con la que me acogen siempre que piso su casa. Ha sido un placer ver allí a nuestro Sevilla perder sin perder.

27 julio 2015

¿MÁS SUFRE QUIEN VE, QUE QUIEN ENSEÑA?

Hace unas semanas, en mis añoradas, cortísimas pero reconfortantes vacaciones, tuve la oportunidad de visitar una casa conservada como "Museo de la Inquisición". En ella aprendí la procedencia de cierto refrán, al comprobar que las mazmorras poseían unos grilletes en la pared, de forma que los reos podían oír y ver los castigos que se les hacían a otros condenados. De ahí aquello de "más sufre el que ve, que el que enseña". 

Es una frase que solemos responder cuando alguien nos avisa de que nos hemos dejado abierta la cremallera de la bragueta, o cuando a una chica con falda se le ve la ropa interior, o se le escapa alguna parte "privada" de su cuerpo. Hoy venía en el coche de trabajar camino a casa oyendo en la radio la noticia de que están proliferando las playas nudistas o naturistas en nuestra comunidad autónoma. Que cada vez hay más ayuntamientos costeros que deciden acotar zonas de playa para estas tendencias.

Yo no soy muy de playa en verano, poco de hecho. Me gusta más verla rugir en otros meses del año, en verano soy mucho más feliz en ríos, montañas o con una simple piscina, ya sea de patio, azotea o con césped alrededor. Pero el caso no es ese. A medida que avanzaba el tema en la radio he podido escuchar protestas de naturistas, entre ellas la del presidente de la Asociación de Naturistas y Nudistas de Andalucía (que yo no sabía ni que existía), quejándose de los "mirones" que se acercan a estas playas nudistas y permanecen en ellas sin quitarse la ropa.

Una de las preguntas hechas por el conductor del programa era ¿Les gustaría practicar el nudismo pero no se atreven por vergüenza?. Uno de sus corresponsales admitió ese hecho. A mí me pasa lo mismo. Para practicar el nudismo debes estar muy seguro de tu cuerpo, eliminar los complejos completamente, y yo esa premisa todavía no he conseguido dominarla. Está claro que debe ser maravilloso sentir la naturaleza y el mar sobre tu cuerpo desnudo, pero el tema de ir "sin complejos" no lo llevo demasiado bien.



Y aquí es a donde voy con toda la información que os he proporcionado previamente. Hay naturistas, no digo que sean todos (de hecho el Pte de su Asociación declaró que no le preocupaba el tema), que se molestan porque si yo decido ir a una playa nudista no quiera quitarme el bañador. Pero más allá de la denuncia de pervertidos que ya se pasan grabando incluso con móvil a los nudistas llega el punto de la discordia. Vamos a ver, si tú vas a una playa nudista es porque no te importa enseñar tu cuerpo, ni que otros lo miren. En la forma de mirar está la discordia, pero (salvo que algún científico me lo desmienta) hace tiempo leí un informe que dice que nuestros cuerpos, desde la prehistoria están diseñados con formas o "accidentes fisionómicos" para atraer al sexo contrario.

El informe especificaba que "lo natural" en un hombre (recordad que siempre hablo dejando la malicia a un lado) es que si una mujer muestra sus nalgas, pubis o sus pechos, la mirada se vaya inconscientemente hacia ellos, y que igual pasaba con el género femenino si un hombre mostraba su entrepierna. También decía el informe que ambos buscaban las mejores condiciones en dichos "accidentes fisionómicos" para garantizar una mejor descendencia. En ellos, un aparato reproductor más grande para asegurar una mejor fecundación, en ellas cuanto más ancha la cadera más facilidad para dar a luz, y cuanto más grandes los pechos, mejor posibilidad de lactancia para los hijos. 

De acuerdo que esos argumentos son propios de las mentes primitivas, pero algo debe habernos quedado en el ADN para comportarnos (repito siempre instintiva e inocentemente) de esa manera. Luego ya están las miradas con malicia, sorna o los comentarios por lo "bajini".  Pero seguro que muchos de vosotros admitís varias conclusiones que yo he sacado del tema, mientras conducía oyendo la radio. Una es que si no te incomoda ver a gente desnuda, y no te quieres desnudar, puedes estar en una playa nudista sabiendo comportarte y sin molestar a los que sí se atrevan.

Dos, es que las playas tienen muchos kilómetros y si no te gusta el naturismo, es muy fácil NO ir a una playa naturista. Y tres, que la incomodidad, el sufrimiento a veces lo tiene más el que ve, que el que enseña, si os pasa, por ejemplo que en una de esas playas "textiles", encuentres a alguna conocida haciendo topless. A mi me ha pasado varias veces y la verdad es que inconscientemente alguna mirada de admiración se me ha escapado (qué queréis, no soy de piedra), pero he sabido mantener una conversación mirando a los ojos, haciendo ver que me parece muy natural (y bellísimo) el pecho de una mujer.  Pero que el primer "encontronazo" con la situación me resultaba incomodísimo porque ellas pudieran pensar que sólo les miraba los pechos, eso de todas todas. Hasta tal punto que me quité las gafas de sol, para que pudieran comprobar a dónde dirigía mi mirada. 

¿Más sufre quien ve, que quien enseña? En determinadas ocasiones, sí, sobre todo si hay confianza, que ya sabéis lo que dice otro dicho popular: "la confianza da asco". Todo está en el nivel de perversión y vergüenza tanto de los que enseñan, como de los que aunque sea con admiración y sin perversión, deciden mirar abiertamente. Vosotros ¿qué opináis?.

21 julio 2015

EXCUSAS PARA (NO) ESCRIBIR...

A veces lo malo de tener un blog, y un número de lectores medio acostumbrados a leerte (algunos con lupa para ver por dónde te pueden sacar recriminaciones o faltas), es que no siempre uno encuentra tiempo, o ánimos, o excusas para escribir con asiduidad. Hay veces que uno llega a envidiar la facilidad de ciertos blogeros o columnistas para obtener del más mínimo detalle cotidiano, argumentos suficientes para rellenar varios párrafos.  Claro está que eso conlleva el riesgo de que en ocasiones salgan artículos realmente infumables.

Pero el caso es que para los que preferimos el silencio y la complicidad de la noche para juntar unas cuantas letras e intentar ofrecer un ratito de desconexión o reflexión a quien quiera que pueda leerle, tenemos un handicap bastante importante. Y no es otro que el devenir de todos y cada uno de los días... Llega un punto en que parece que en lugar de motivos para escribir, lo que se ocurren son excusas para no hacerlo.  Puede ser por ejemplo que en un día caluroso, como los que estamos viviendo en este insufrible como irrecordable mes de Julio, uno llegue a casa sólo con ganas de darse una ducha fresca, ponerse cómodo con la menor cantidad de ropa posible, y pilarse de agua helada bajo el rugido silencioso del aire acondicionado.

Otras ocasiones la excusa no buscada puede ser una situación familiar complicada (que en todas partes cuecen habas, incluso en las familias de los columnistas de opinión), por enfermedades, discusiones o cosas más graves e incluso estresantes. Discusiones de pareja o con amigos, problemas laborales, no sé... ese tipo de situaciones que normalmente los animales noctámbulos que empleamos nuestro tiempo para el ocio de los demás, conseguimos obviar por unos momentos para sentarnos a escribir lo primero que se nos ocurra, o bajo la influencia de esos detalles que antes comentaba, en los que encontramos un argumento que desarrollar.

Otras veces vas paseando, o solo en el coche, y te viene una idea genial, una frase que te gusta con la que puedes empezar, o terminar un artículo y entonces decides guardarla en tu mente. O eso crees, luego llegas a casa, y tras el proceso de "refresco" , te sientas a escribir y esa frase se a esfumado y no hay manera de recordarla. En fin, que esto de tener un blog a veces resulta agobiante porque tienes un compromiso moral con quien te lee, pero es maravilloso porque nadie te "obliga" (al menos contractualmente) a una periodicidad. Sobre todo cuando muchas veces en cada artículo, en cada párrafo, en cada frase y en cada letra, van implicados muchos sentimientos de quien escribe, que son ultrajados también en muchas ocasiones sin ningún tipo de miramientos por los lectores.

Ustedes dirán si no son motivos para que de vez en cuando, la pereza, el hastío o la falta de ganas, impliquen dejar de lado el deber moral de escribir con periodicidad, y más que encontrar motivos para escribir, te vengan sin buscarlas, excusas para no hacerlo...

12 julio 2015

EL DESCANSO PERDIDO EN EL PARAÍSO: LA VERA.

El estrés diario, la rutina y por qué no decirlo, tres años sin disfrutar de vacaciones, hacen que a veces quieras desconectar de todo aunque sólo sea por unos días. Yo tuve la suerte hace años de conocer un pequeño paraíso oculto entre los montes de Gredos, que bebe las aguas del río Tiétar. Tras conseguir unas jornadas de asueto, no dudé en "raptar" a mi compañera de viaje (y de viajes) y escaparnos lejos de casi todo lo que significara lo cotidiano. 

A la hora de camino, las inmensas montañas y algún águila enorme iban saludándonos como parte del paisaje por la carretera de Extremadura. Pasadas las tres horas y pico de volante, un cartel nos desviaba hacia ese paraíso que refería: "La Vera".  



Una comarca de pequeños pueblos, con pequeño número de habitantes, y con grandes almas y grandes vistas. Pueblos donde el aire que se respira está recién filtrado por la naturaleza antes de que llegue a las grises ciudades.  Nos esperaba la antigua residencia de los Condes de Oropesa, donde el hombre más poderoso del XVI descansó tres meses camino a su retiro en el Monasterio de Yuste, donde le preparaban las estancias en las que la negra señora vendría a recogerle. En el Parador de Jarandilla de la Vera, arroparíamos nuestros sueños cada día.



Cuando uno llega a la zona entiende cuasi normal que Carlos V decidiera tras abdicar, irse a pasar sus últimos años de vida a aquel idílico paisaje. ¿Cómo os lo explico a los que no caéis en las modas y en las novelerías de que la playa está por encima de todas las cosas? Quizá me entendáis mejor los que, como yo, prefiráis los remansos de paz perdidos entre inmensos bosques, los ríos de aguas gélidas y cristalinas, la tranquilidad, el silencio y la buena gastronomía.

Una ruta de pueblos que te trasladan a tiempos medievales, con fachadas de madera y piedra y balconadas antiguas. Habitan gentes llanas y amables, que beben las mieles del agua de la sierra en fuentes medievales cada cuatro o cinco calles, donde se saborean caza y platos típicos que harían las delicias de los paladares más agrios. Pero La Vera tiene mucho que ver, y yo que ya la conocía, me equivoqué pensando que iba a descansar. Tenía la responsabilidad de un corazón joven a mi lado que estaba ávido de descubrir aquellos parajes, así que hice de tripas viejas, corazón joven, y me dispuse a "cabrear" por aquel mundo aparte, con tal de ver en ella la mirada del asombro y la felicidad. Y de esa forma hasta yo tuve imágenes nuevas que guardar en la retina.

En uno de esos sitios, que me da pena recomendar por miedo a que se pervierta con aglomeraciones, el "charco del Trabuquete", hasta hicimos amistades con gente maravillosa. No sólo por ser de la tierra como el caso del estupendo actor Paco Churruca, si no por guardar también la condición de amantes de los espacios perdidos y bellos como tres bellezas toledanas con nombres de Alba, Fátima y Sara. El placer de disfrutar de esos parajes con un lugareño que además habla con tanta pasión y cariño de lo suyo te hace sentirte privilegiado. El trato de mi tocayo Paco y sus recomendaciones, el ver cómo conocía las profundidades de aquella garganta, te hacía sentirte seguro y feliz. El disfrute de mi corazón joven, que enseguida conectó con sus tres compañeras de encuentro, me llenó de satisfacción. Recuerdo la frase que dijo Alba: "nos conocemos de un rato y parece que es de toda la vida". 

Eso no lo da el tiempo, querida Alba, lo da el espíritu, y la providencia quiso que ocho espíritus iguales coincidiéramos en aquel paraíso. 

Luego la historia. Ver catedrales en Plasencia, el Monasterio de Yuste, 










la Casa de la Inquisición en Garganta la Olla, 


los baños en diferentes charcos o piscinas naturales que el Tiétar ha querido regalar a los humanos (que a veces no somos más puercos y sucios porque no podemos),







 y comer en sitios como La Pitarra del Gordo en Plasencia o el "Puta Parió" en Jarandilla, te hacen colmar todos los sentidos. 



Descanso ha habido poco, pero La Vera tiene ese halo de magia que siempre te invita a prometer volver. Yo lo prometí y lo cumplí, ahora es mi corazón joven de sangre "Clara" quien lo ha prometido en forma de deseo con vistas de cumplimiento.  La Vera siempre está ahí, pero repito, ese paraíso se perderá el día que se masifique, porque el hombre, con su afán infructuoso de sentirse superior a la naturaleza en muchos de sus aspectos, lo llenará (ya lo está haciendo) de basura, colillas y otras suciedades. Cierta gente no debería disfrutar de los privilegios de esos paisajes sólo por cómo los tratan. 

De momento lo único cierto, es que no cumplí el objetivo de mi viaje. Yo quería descansar y no ha sido posible, pero hay otra cosa que también es verdad, he llegado cansado, pero con todos mis sentidos colmados, y con la felicidad metida en mi maleta camino a casa, a cambio de haber dejado para siempre en La Vera y en siete personas más un trocito de mi alma.

27 junio 2015

HOMOFOBIA.

Este fin de semana se celebra el Día del Orgullo Gay.


Es algo más que un día señalado para muchas personas.
Va mucho más allá de unos simples estereotipos condenados.
Es la lucha convertida en fiesta de la forma más seria posible.
Hoy he decidido que es un buen día para hablar de homofobia.
Me apetece escribir y expresar una opinión al respecto.
Porque homofobia no es sólo el odio hacia los homosexuales.

Me explico. El ser humano siempre se ha movido por colectividades. Se agrupaba en círculos delimitados ancha o estrechamente según el tipo de asunto a etiquetar. Con el avance cultural y expresivo de la humanidad, las tendencias fueron cambiando. Por ejemplo se ha podido saber que la homosexualidad, era una práctica muy común, casi cotidiana en dos grandes civilizaciones de las que procedemos en muchas partes, la racial, la cultural, la ingeniera, y otras más. Grecia y Roma muestran legado de que no se hacía distinción entre sexos a la hora de dar o recibir placer sexual.

Un hombre podía elegir otro hombre (por lo general un joven) o una mujer para tener un encuentro y con las mujeres sucedía lo mismo. La cuestión es que los romanos, por ejemplo crearon una etiqueta, pero no hacia dos hombres o dos mujeres que se acostaban juntos. Generalmente era creada para el hombre que manifestaba en su forma de hablar, gesticular, andar... vivir.. más ademanes femeninos que masculinos, independientemente de sus gustos sexuales. Es lo que hoy día se conoce como "tener pluma". Desde luego es mucho más agradable que la etiqueta de "invertidos" que usaron los romanos. 

La poetisa griega Safo, propició la etiqueta de "Lesbianismo", merced a las cartas de amor que escribía a sus compañeras y amigas, en la isla donde habitaba en aquella Grecia antigua: "Lesbos". Pero las etiquetas no son la causa de esta reflexión. Las etiquetas las tenemos hoy día en todo lo que nos rodea en nuestra sociedad. El tema es que no sabría decir si las etiquetas son la causa de la homofobia, o al revés, pero hay un hecho innegable y es que van unidas. 

La homofobia (¿O debería llamarse "genofobia"?) está presente cuando miramos distinto, o despreciamos al o a la que es menos agraciado/a físicamente, o es feo o fea, o es de una nacionalidad, o color de piel diferente al nuestro. Hay homofobia cultural, religiosa, política, social... ¿nos vamos a escandalizar porque la haya sexual también? No, señor. La lucha de los homosexuales, entre los que cuento varios amigos y amigas va mucho más allá. Va más allá de reclamar "orgullo" o derechos para que las leyes los reconozcan como a los heterosexuales. Va mucho más allá, porque estoy seguro de que con lo que mis amigos gays sueñan, es con que llegue un día en la que la normalización sea tal, que ser gay o lesbiana no sea una etiqueta.

Que una persona cualquiera pueda ir con su pareja por la calle dando muestras de amor (dentro por supuesto de un límite que también entiendo para los heteros) y no se les mire o con asco o con desprecio. Os contaré una anécdota. Tengo un amigo en mi hobby del Carnaval. Al principio pasaron años sin que me diera cuenta de sus preferencias, y cuando las supe, me sentí mal porque cuando nos cruzábamos en algún camerino porque nuestras agrupaciones actuaban juntas, mi forma de saludarlo era un abrazo, un beso en la mejilla y un "¿qué pasa, maricona?". Dicho sea el "maricona" como palabra cariñosa, como se le puede decir por el sur a un amigo "capullo", o "gilipollas", o "hioputa" sin que pretenda ser insulto. 

Cuando supe su orientación sexual, seguí dándole y sigo dándole el mismo saludo cuando lo veo y él lo recibe con igual cariño. De eso se trata el "orgullo gay". No son extraterrestres, ni animales, ni te contagiarán ninguna enfermedad por tratarlos como lo que son, seres humanos con sus virtudes y defectos que cualquier otro podemos tener. Pero igual debería pasar con tanto y tanto "etiquetado" por la homofobia en nuestra sociedad. Yo haría un día del orgullo Gordo, contra el racismo imagino que ya lo habrá, un día del orgullo de los feos, otro día del orgullo del tinto frío y otro del tinto a temperatura ambiente. Yo qué sé... por hacer días ¿verdad? 

Se etiqueta a todo el que no piensa como tú, al que no tiene tu religión, al que no tiene la piel como tú, o no cumple con tus cánones de belleza de referencia. Por eso los delgados se ríen de los obesos y los marginan socialmente de fiestas, tiendas de ropa con determinadas tallas y del amor y el sexo ni hablemos. Por eso los de izquierdas odian a muerte a los de derechas y viceversa, porque no piensan igual..  todo eso son etiquetas, todo eso es homofobia. Yo desde aquí felicito a mis amigos gays, porque su lucha sigue, pero confío en que acabará no muy lejos y ojalá sea con la normalización de todo. Con el fin de esas etiquetas que la puta homofobia nos pone día tras día a los que se sienten orgullosos de ser como son, sin hacer daño absolutamente a nadie.

Amigos, amigas, feliz día del Orgullo Gay. Feliz día de la lucha, por el fin de la homofobia... y de las putas etiquetas. 


15 junio 2015

"QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA..."

Eso decía en su famoso tango el gran Carlos Gardel. Pero seguro que Gardel no entendía de sones de corneta que te ponen los pelos para colgar llaveritos cuando tu Cristo está dando una "revirá" y esos sones los pone la banda de tu pueblo. Seguro que Gardel no entendía del sacrificio de ensayar sus tangos a la intemperie, cayendo la lluvia y arreciando el frío más desgarrador, mientras pedía a voz en grito la simpleza de tener un resguardo para mejorar sus músicas.

Seguro que Gardel no entendía de aguantar las críticas y los desprecios de quien dice que una banda "suena mejor", o "es más espectacular" sólo por tener un nombre o ser de la capital... seguro que Gardel tampoco escuchó ni sufrió el refrán ese de "nadie es profeta en su tierra", si viviera en Carmona lo tendría claro. Pero yo como "talibán" que me considero de las cosas de mi ciudad, muero con mis dos bandas. Reconozco cuando los hay (pocas veces) sus puntos flacos o que se puedan mejorar. 

Pero hoy no es día para eso. Hoy Gardel tendrá que silenciar su tango eterno, y cambiarle la letra: "HOLA muchachos, compañeros de mi vida". Compañeros de mi vida porque veinte años son muchos haciendo que mi Semana Santa suene más a Carmona que nunca detrás de los pasos de misterio. Y sigo lamentándome porque no sean los máximos días posibles, los que no tuvierais que meteros en carretera para llevar sones "llenos de Gracia" a otros puntos de Andalucía. Porque a mí lo que me gusta es que suenen aquí, que es donde la ilusión y el amor por la música de la Semana Santa los parieron. 

Hoy es día de felicitaros entre vosotros por el trabajo bien hecho a lo largo de VEINTE años, que se dicen pronto. De apoyaros, de preocuparos por mejorar, por aprender, de tener el regalo desde hace unos años de un genio cigarrero y gitano que os transmite su magia bajo el nombre de Pedro Manuel Pacheco. De que la saga Tomillero" siga invirtiendo su tiempo, su familia, su sudor, sus pulmones en que no sólo sigamos teniendo banda de cornetas en Carmona, si no en que cada vez sea mejor. De ser amables, optimistas, cariñosos, y obtener el cariño (aquí saco pecho) de mi Hermandad para llevar tantos años detrás del Señor de la Columna. De colaborar como lo habéis hecho con todo el que os lo ha pedido (vuelvo a sacar pecho) como el Proyecto Sonrisa de mi peña Pitos de Caña, con la que tenéis una relación ya casi de hermanamiento. 

Hoy es día de que vuestras redes sociales se inunden de felicitaciones, porque "veinte años no es nada", y a la vez son un mundo de amigos que empezaron de chavales y que hoy día ya tienen hijos a su cargo. De gente que apenas se conocía y que hoy son cuasi hermanos. De instrumentos rescatados de un desván con humedad y polvo, a estrenar nuevos, de trajes hechos "ex-profeso" tanto para renovar vestuario, como para estar por ejemplo, a la altura de una Cabalgata de Reyes Magos. Veinte años de fríos pasados en las manos, de hinchazón en los labios que soplan las bandas sonoras de nuestra Semana más Semana. 

¿Que veinte años no es nada, señor Gardel? Oye, allí en el cielo de los grandes músicos y cantantes que veinte años en Carmona es una meta a la que solo llegan unos pocos elegidos.  Sobre todo en un pueblo que cada vez se presta más a las críticas y menos a la ayuda en cualquier empresa que se inicie. Veinte años es mucho, Don Carlos, piiiiibe, preguntá en el cielo argentiiino de quien logró llegar a la cifra. Veinte años llevando el nombre de la Reina Bendita de los Carmonenses que este año cumple siete siglos y medio. Igual para Ella veinte años no son nada, pero para mis amigos de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de Gracia, veinte años son motivos más que se sobra para llenar tanto sus pechos que sus cornetas sonaran otros veinte años sin tan siquiera tomar aire.

Mi felicitación no se podía quedar en un twit, o un mensaje de Facebook o Whatsapp. Porque son mis amigos, porque los quiero a muchos de ellos, y porque simplemente con su evolución y trabajo durísimo TRESCIENTOS DÍAS AL AÑO (sí, leen bien, trescientos días al año), merecen todos los honores posibles. Merecen sobre todo el reconocimiento de su pueblo, que creo que en su mayoría ya lo tienen, y merecen además, el reconocimiento efectivo de algunas juntas de gobierno de Hermandades de Carmona. Veinte años, para el que hiciera la apuesta contraria que vaya pagando, y para el que la tenga a los cincuenta, yo la doblo, que prepare también el pago.

FELICIDADES AMIGOS. Veinte años no es nada, pero en vuestro caso, es sólo el principio de un camino inmenso que estoy seguro que os queda por recorrer. Tal día como hoy nació nuestra banda. Es una adolescente, pero con vivencias para ser sabia y experta. Seguid llenándome los oídos con vuestra excelente afinación, con vuestro exquisito compás, seguid trabajando tan duro como lo hacéis, porque ya sabéis lo que dijo Carlos Gardel: "Veinte años no es nada", y en vuestro caso, estoy seguro de que haréis que ese tango se cumpla, cuando lleguéis a los cincuenta. 

Veinte abrazos a todos.
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