05 noviembre 2010

MOMENTOS GRANDES, E INESPERADOS

Como lo leéis en el título, queridos amigos, he tenido hoy una tarde GENIAL. Necesito poner ideas en orden para poder contaros todo esto, y que lo podáis, si no disfrutar de la misma forma que yo, al menos, comprender por qué vengo tan emocionado. Necesito un cigarro... YA. Vamos a ello, pues:

Esta mañana, han venido a verme a la radio (Onda Carmona), mi amigo Nacho y su compañera Xere. Estaba ultimando detalles de la programación de la nueva temporada que comienza el próximo Lunes, dejando activado el programa de automatización de la emisora, importando promos recién grabadas, etc. El caso es que me proponen ir a tomar un café. Yo termino mi trabajo, lo dejo todo listo y nos vamos a por ese café. Despues de un rato de charla sobre viajes, sobre parejas, sobre animales, cultura clásica, y de un poco de diversión con algunos acertijos, nos han dado las tantas y hemos decidido ir a la taberna "LA ABACERÍA", que regenta otro buen amigo y mejor repostero (uno de los que más simpatía y arte derrochan detrás de su barra) José María Bermudo, a tomar unas cervezas.

Posteriormente y no tardando mucho, recibo la llamada de mi buen amigo Kisko, que entre su simpatía, sus chistes, su forma de decir las cosas y cuando la conversación se torna seria, me contaba lo agobiado que está con temas laborales y lo poco que la gente desde fuera a veces, valora el trabajo duro que hace alguien que está en su puesto. Yo se lo dije, la expresión típica de "qué bien vives" dado el estréss al que estamos sometidos en algunos trabajos, es tan injusta como desacertada. Kisko es un tío genial. A mi me encanta su compañía y no sólo por lo que puedes llegar a reírte y disfrutar con él, si no porque cuando estramos en conversaciones serias y trascendentes siempre está a la altura. Es grande, y no me refiero a su tamaño si no a su alma... El caso es que Kisko tenía que irse a comer, y las cosas como son... YO TAMBIÉN.. pero ni me he acordado de avisar en casa..

Justo cuando me despedía de Kisko, me agregué a una tertulia por compartir un buen rato con mi amigo Valentín Pinaglia. Sin darme cuenta me he visto envuelto en una tertulia con gente, de la que como siempre se suele rodear inteligentemente mi amigo Valentín, y que de paso me ofrece a mi ese PLACER. Rodearme de una tertulia entre el propio Pinaglia, Antonio Bermudo (Gran Cofrade y mejor fotógrafo) y José Domínguez (empresario dueño de IVECO Pegaso en Carmona).

Ha sido un momento en el que me he nutrido de muchísima información, muchas risas, momentos en los que se me han saltado las lágrimas, gracias a ciertas anécdotas de José y de Antonio, (sí, estoy muy sensible últimamente, no lo puedo evitar). He llorado, he hablado, he reído. Ha habido momentos para hablar de Semana Santa, de Carnaval, de Radio, de Política, de Sociedad, de Fé, del amor de las madres y los padres... regado con cerveza, fino, y unas viandas dignas de los mejores sibaritas (siempre Pikito está a la altura en ese aspecto), y rematadas con un par de chupitos de Limòncello. He venido a la radio y he seguido trabajando (no sé como, porque la cerveza me atonta mucho, muchísimo y además esta noche he dormido sólo tres horas, no preguntéis...) y no me he podido resistir a contaros esto.

Es increíble a veces, como casi por casualidad, te encuentras sumido entre personas que con una simple tertulia te aportan tanto y tan bueno. Cómo te cultivan en ciertos temas, cómo tu a ellos les aportas tu granito de arena, cómo te puedes llegar a emocionar con las palabras de gente que siente de verdad las cosas, de corazón... de frente.. entre amigos. Son casi las séis de la tarde y tengo que seguir trabajando, sin dormir y con la cabeza atontada por la cerveza, y el estómago agracedido por los manjares recibidos, pero mi espíritu es el más rico de todo mi "ego" esta tarde... Aunque a veces para ello, tenga que dejar la comida plantada en casa.. MIL PERDONES, MAMÁ, daré buena cuenta de tu exquisita pasta mañana!! (la prepara de arte, al que quiera lo invito para que lo compruebe).

Quería compartirlo con vosotros, porque a pesar de estar físicamente hecho una piltrafa... espiritual y emocionalmente estoy plenamente lleno. A veces, esos momentos felices, se saborena muchísimo mejor cuando son inesperados. Eso sí, a partir de ahora de inesperados van a tener poco, quedó sobre la barra la firme promesa de repetir con premeditación y alevosía.. y seguro disfrutamos igualmente. Don Antonio, Don José, Don Valentín, muchísimas gracias de parte de mi espíritu.

Saludos.
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