06 mayo 2009

OPERACIÓN BIKINI (Asoc. de Gordos sin Complejos. AGC)

Parece que por fin, salvo que al tiempo le de por seguir haciendo de las suyas y empeñarse en continuar intentando que nos volvamos locos de no saber qué ropa ponernos, si la manga corta o el chaquetón, llegan las temperaturas veraniegas. Parece que disfrutaremos de una feria con calorcito, que es como se debe de vivir una feria. De modo que ya, aparte de los consabidos anuncios de productos “milagro” en los canales más sensacionalistas de nuestra televisión (y en los que no son tan sensacionalistas), la gente empieza a arreglar las tullas del chalet (el que lo tenga) y a ir activando el limpia fondos de la piscina (el que lo tenga, limpia fondo y piscina) y a ir sacando la ropita de verano.

Y parece también que a nuestras mentes les entra esa obsesión de siempre por lucir palmito y bañador o bikini. Y aquí es donde aparece el nombre mediático que los medios le han dado a estas semanas o meses previos al verano, la “Operación Bikini”. Y es cuando mucha gente empieza a privarse de comer embutidos, dulces o pan, o dejan de beber alcohol o comienzan a hacer dieta, para perder esos kilitos de más, o se meten a machacarse en un gimnasio pa parecerse al ya (afortunadamente) extinto “Duque” de Tele 5, o ellas a la patética y repetida hasta la saciedad foto de la Obregón remojándose el “chupapiera” en la playa como si fuera una sílfide. Lo que muchas no saben es que el “Duque” hace la dieta de los esteroides, y la Obregón la de quitarse costillas en lugar de quilos, pero ¿Qué mas da? Ya no vivimos en el Renacimiento donde la salud y el atractivo de una dama, lo marcaban sus curvas y sus carnes apretadas y abundantes. Estar delgada era un signo de mala salud o de rechazo. Exactamente lo mismo que en nuestros tiempos significa estar gordito o gordita, o gordo o gorda, o grueso o gruesa. Uso todos los términos por si alguien siente herida su sensibilidad.

Que no se preocupen, yo estoy en su bando. Estoy gordo, lo admito. Aunque también admito que no hubiera iniciado una dieta si no es por un arrechucho de salud que me dio hace unos días. El caso es que parece que el tema de la obesidad, salvo en casos en los que la salud peligra realmente, se ha convertido en una de las mayores causas de rechazo social de la humanidad. Es curioso, parece que hoy día, el que no va a un gimnasio, o tiene barriga, o esta por encima de su peso, no recibe las mismas consideraciones, ni miradas que alguien que esté cachas, o delgado. Piénselo fríamente. Parece que a los delgados se les tiene más en cuenta, se les llama para más fiestas, son siempre más graciosos que los gordos, lógicamente tienen más éxito con el sexo opuesto a la hora de ligar, los aceptan antes en ciertos trabajos. Parece como si en la sociedad de hoy día, los gordos fuéramos “apestados”.

Me hace gracia que luego se hable de Tolerancia a la más mínima, con las personas de diferente color, con los discapacitados, con las etnias diferentes, con la orientación sexual de las personas… y sin embargo a los gordos se les sigue aceptando socialmente pero con esa especie de “barrera invisible” de la que nadie que esté en el lado del peso ideal se percata, pero que los que tienen quilos de más están asintiendo con la cabeza al leer este artículo. Las bromas son mucho más fáciles. ¿Quién en su vida no ha dicho, u oído y reído un chiste o comentario gracioso sobre una persona gorda que conoce, incluso de su propio círculo de amistades? Pues así es este mundo. Mientras unos se afanan por quitarse esos quilitos de más solo para la superficialidad de lucir palmito en una playa o una piscina, otras personas viven tristes porque desgraciadamente, su mayor placer que es comer las cosas que le gustan, le hacen llevar la cruz del rechazo o cachondeo social por no tener la silueta que responde al canon de belleza creado por las revistas de moda. Suerte a los que estéis metidos en plena “Operación Bikini”, y mucho ánimo a los que como yo, necesitéis mucho más tiempo, sacrificio, cambios de humor, y resistencia a la tentación, para entrar en la red de adaptados sociales por su físico.

Y para finalizar, un consejo para el resto de la humanidad, incluido usted, querido lector de parte de todos los gordos del mundo. Cuando nos veáis y nos saludéis, no es necesario el comentario tan repetido que se hace con la sonrisita de “estas mas gordo” o “macho ¿Dónde vas a llegar?” (con las consabidas y molestas palmaditas en el estómago), o “¿de cuanto estas?”. Aprended esto por favor. Nos reímos por cortesía, o por no quedar como unos estúpidos (solo nos faltaba eso encima) pero no nos hace ni puta gracia.

¿A que a usted no le dicen con tanta frecuencia “hija vaya cara de higo chumbo que se te ha puesto”, o “estas mas vieja ¿no has pensado en ponerte botox pa quitarte las arrugas?” o “hoy te veo más marica que de costumbre, es el día del orgullo gay”? Pues con los gordos pasa igual, comentadnos que nos veis más contentos, o mas tristes, o si nos hemos comprado ropa nueva, o que os gusta nuestro corte de pelo, preocuparos por nuestro estado anímico, porque el físico nos lo vemos cada mañana cuando estamos ante el espejito, y os podemos asegurar que SABEMOS que estamos gordos. Que podamos, o queramos, solucionarlo ya es un problema que no le atañe a nadie, mas que al que esta gordo y pueda o quiera remediarlo. Porque al fin y al cabo, somos algo mas que carne y músculos, y muchos de los que se vanaglorian del cuerpo musculoso y atlético que han creado, dejan sin entrenar el músculo mas interesante del cuerpo humano, el que se encuentra bajo los huesos del cráneo y llaman CEREBRO.

FELIZ OPERACIÓN BIKINI, SUERTE A LOS QUE LO ESTÉIS INTENTANDO.

4 comentarios:

Susana Gálvez dijo...

Hummm, por dónde comienzo??? Yo no me considero gorda, pero sí que estoy rellenita y suelo tener problemas a veces para encontrar tallas. Pero yo creo que el secreto de todo está en aceptarse uno mismo como se es. No vale encerrarse en casa hasta adelgazar y no vivir. Cuando uno se acepta tal como se es, es más probable que eso se transmita al resto de personas. Y...si éstas no te aceptan o se mofan, allá ellas. Porque uno podrá estar gordo, pero ellos no valdrán la pena.

Un saludo,
brisa_andaluza

Anajarate (Gertru Vargas) dijo...

¿Dónde se rellena la solicitud para la asociación de gordos sin complejos? Yo sí me considero gorda porque lo soy y en nada me afecta negativamente a mi vida, al contrario, soy de lo más feliz, vivo a gustísimo con mis carnes y aun estoy esperando que algun médico de los que han intentado convencerme de que perder 20 kilos era mejor para mí me demuestre donde está el fundamento científico para que, aun a la vista de todos los análisis y pruebas que hayan querido hacerme, y estando sana como una pera, sigan sosteniendo que "siempre es mejor estar delgado"...Mejor para quién??, para sus gustos, para los psiquiatras que tienen que lidiar con la anorexia y la bulimia, para las criaturas y familias a las que esas enfermedades creadas por esta sociedad de mierda has destrozado y destrozarán, para los diseñadores...? ¡Venga ya hombre!!
¡Y aviso: ojo con la educación en nutrición que dan en los colegios.....!! Mi hija, con 4 años, ya empieza a mirarse al espejo y a querer renunciar a comidas diciendo que en el cole le han dicho que eso pone el culo gordo.....(me guardo la opinión...)

Desde Carmona dijo...

Esto...Paco... ¿y para afiliarme a esa asosiación?

paco dijo...

jajaja Carmonés, la curvita de la felicidad es el carnet de socio. Bienvenido!.

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