Hoy es el dia mundial contra la pobreza.
El dato duele. Asusta. Según las estadísticas más de un 20% de nuestra población española, dentro de un país que se supone en eso que llaman "primer mundo", vive por debajo del umbral de la pobreza.
En el mundo actual se quiere seguir solucionándolo todo con la limosna. Yo no voy a ser hipócrita. Ayudo cuando puedo, con lo que puedo. Pero no me privo de ciertos caprichos que se pagan con el dinero que gano trabajando como la mayoría de los españolitos de a pié. El caso es que lo injusto de todo esto, es ver como la todopoderosa Iglesia, con su todopoderosa influencia y su todopoderosa riqueza, nos insta a nosotros a que demos dinero para ser buenos cristianos.
Y como los gobiernos se gastan millonadas en armamento, en corrupción, en subidas de sueldo desmesuradas, y no destinan más dinero a ayudas para esas familias que viven en nuestro país bajo el umbra de la pobreza.
Y digo yo. En pleno siglo veintiuno que estamos, con los avances tecnológicos que hay, ¿este tema por qué no se ha arreglado ya?. Conforme va pasando el tiempo, voy convenciéndome más de que esta situación de pobreza frente a riqueza, o incluso frente a desahogo si me apuran, interesa a alguien. A alguien poderoso, que es el que está frenando el avance de crear reparto de producción y riquezas para que haya un nivel de igualdad.
Hoy casi no me atrevería a pediros que si veis a alguien pidiendo no le déis algo que os sobre, que os privéis del café de por la mañana o de echar hoy el cupón y destinéis ese euro a alguien que lo necesite.
Hoy el cuerpo me pide una protesta a nivel nacional contra las actuaciones del gobierno y de la iglesia, que nos pasan la pelota de salvar a los pobres la gente de a pié, mientras ellos miran desde su sillon de terciopelo, en su superpantalla de plasma como hacemos SU TRABAJO, y se dedican a abrir la boca apostillando contra el condón, contra los matrimonios homosexuales, o haciendo valoraciones de reuniones con Batasuna.
Así va esta mierda de país.
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