La Romería de la Virgen de Gracia, cumplía su centenario. No era una Romería cualquiera y Carmona lo sabía. La Hermandad de Nuestra Señora la Santísima Virgen de Gracia. ha sido consciente de que la fecha se prestaba para que hasta los que nunca bajaron a la romería (e incluso muchos de los que bajaban y dejaron de hacerlo), se animaran. Una Romería muy especial que a mí me recordó mucho a las de antes. A las de cuando yo era niño, o a las de adolescente. A las de las décadas de los 80 y 90, cuando la Romería lucía en su máximo esplendor.
Me recordó las de antes, cuando no había pandillas de borrachos que no tenían el más mínimo sentido de la convivencia, del fundamento festivo-religioso del día, y acababan heridos, tirados durmiendo la mona, vomitando, o formando peleas que le fastidiaban el día a los demás.
Las de antes, cuando no había caballistas que quisieran imponerse a la tradición por hacer otro camino que no era el que siempre se hizo. La de antes, cuando en el eucaliptal no se destrozaban o se sufrían robos en carretas de asociaciones culturales. Cuando en la zona de acampada no había más patrullas de la Guarcia Civil y Policía Local, que romeros. Sí, esa etapa con todo eso negativo, también fue un "covid" que pasó nuestra Romería, y por el que muchos carmonenses y entidades, dejaron de bajar a la Ermita.
Pero este centenario me ha recordado a las de antes, a la época buena, por la afluencia de gente, por la misa en la explanada de la feria (preciosa misa por cierto y precioso altar). Las de antes, cuando se bajaba cantando sevillanas y con carretas adornadas con papel de seda. Las de antes, con numerosas peñas y asociaciones con su carreta (me faltaron muchas clásicas, cuyos relevos generacionales, están en asociaciones nuevas, como pasa en feria).
Las de antes, con el olor a sardina y guisos de arroz (aunque ahora ya no se pueda cocinar o encender fuego en el eucaliptal). Las de antes, con gente por todos sitios, los sitios "reservados" a la Hermandad a cambio de un "donativo", gente soportando el (este año) poco calor que hacía, pero sin incidentes reseñables. La de antes con "vivas" a la Virgen de Gracia, con la alegría que me supuso oír a mucha gente veterana cantando sevillanas y coplas a nuestra Patrona, y no a la Virgen del Rocío, que (con todos mis respetos) tiene su romería en Mayo y no "pega" nada en nuestra romería, aunque también se cantaron sevillanas rocieras.
La de la vuelta con mucha gente guardando la compostura, con las sevillanas y rumbas llegando a la Puerta de Sevilla, y otros algo "prejudicados" por la falta de control de ingesta de bebidas "espirituosas". Lamentablemente y esto no es como antes, también algunos que parecía que estaban en la feria, en lugar de en la romería, con altavoces eléctricos con música discotequera, o incluso canciones de fiestas de pueblo de Despeñaperros p'arriba.
Pero como digo, esto es cuestión de generaciones y en nuestra tradición de la Romería (y las tradiciones están para respetarlas y cumplirlas, aunque se pueda innovar en comodidades) hubo unos años de "vacío" por lo que dije anteriormente, de gente que no supo respetarla, ni convivir, ni el significado auténtico de este día.
Ha sido un primer paso muy importante y hermoso, para recuperar la grandeza de nuestra Romería de la Virgen de Gracia. Ojalá sea el germen para que vengan muchos años de mucha gente acompañando al Simpecado, conviviendo, haciendo carrozas y convirtiendo la Romería en un día grande de Carmona. Mis felicitaciones y agradecimiento al currazo de la Hermandad, del Ayuntamiento, Cuerpos de Seguridad, Sanitarios y Limpieza, y a la empresa Hans Bus, por hacer más liviana la vuelta de los que no tenían cuerpo para subir andando.
Ojalá las próximas Romerías no sean solo "como las de antes", sino todavía mejores.
¡Viva la Virgen de Gracia!
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