"El silencio es el único amigo que jamás traiciona." CONFUCIO (551 A.C. - 478 A.C.) Filósofo Chino
01 septiembre 2025
UNA ROMERÍA COMO LAS DE ANTES.
Me recordó las de antes, cuando no había pandillas de borrachos que no tenían el más mínimo sentido de la convivencia, del fundamento festivo-religioso del día, y acababan heridos, tirados durmiendo la mona, vomitando, o formando peleas que le fastidiaban el día a los demás.
Las de antes, cuando no había caballistas que quisieran imponerse a la tradición por hacer otro camino que no era el que siempre se hizo. La de antes, cuando en el eucaliptal no se destrozaban o se sufrían robos en carretas de asociaciones culturales. Cuando en la zona de acampada no había más patrullas de la Guarcia Civil y Policía Local, que romeros. Sí, esa etapa con todo eso negativo, también fue un "covid" que pasó nuestra Romería, y por el que muchos carmonenses y entidades, dejaron de bajar a la Ermita.
Pero este centenario me ha recordado a las de antes, a la época buena, por la afluencia de gente, por la misa en la explanada de la feria (preciosa misa por cierto y precioso altar). Las de antes, cuando se bajaba cantando sevillanas y con carretas adornadas con papel de seda. Las de antes, con numerosas peñas y asociaciones con su carreta (me faltaron muchas clásicas, cuyos relevos generacionales, están en asociaciones nuevas, como pasa en feria).
Las de antes, con el olor a sardina y guisos de arroz (aunque ahora ya no se pueda cocinar o encender fuego en el eucaliptal). Las de antes, con gente por todos sitios, los sitios "reservados" a la Hermandad a cambio de un "donativo", gente soportando el (este año) poco calor que hacía, pero sin incidentes reseñables. La de antes con "vivas" a la Virgen de Gracia, con la alegría que me supuso oír a mucha gente veterana cantando sevillanas y coplas a nuestra Patrona, y no a la Virgen del Rocío, que (con todos mis respetos) tiene su romería en Mayo y no "pega" nada en nuestra romería, aunque también se cantaron sevillanas rocieras.
La de la vuelta con mucha gente guardando la compostura, con las sevillanas y rumbas llegando a la Puerta de Sevilla, y otros algo "prejudicados" por la falta de control de ingesta de bebidas "espirituosas". Lamentablemente y esto no es como antes, también algunos que parecía que estaban en la feria, en lugar de en la romería, con altavoces eléctricos con música discotequera, o incluso canciones de fiestas de pueblo de Despeñaperros p'arriba.
Pero como digo, esto es cuestión de generaciones y en nuestra tradición de la Romería (y las tradiciones están para respetarlas y cumplirlas, aunque se pueda innovar en comodidades) hubo unos años de "vacío" por lo que dije anteriormente, de gente que no supo respetarla, ni convivir, ni el significado auténtico de este día.
Ha sido un primer paso muy importante y hermoso, para recuperar la grandeza de nuestra Romería de la Virgen de Gracia. Ojalá sea el germen para que vengan muchos años de mucha gente acompañando al Simpecado, conviviendo, haciendo carrozas y convirtiendo la Romería en un día grande de Carmona. Mis felicitaciones y agradecimiento al currazo de la Hermandad, del Ayuntamiento, Cuerpos de Seguridad, Sanitarios y Limpieza, y a la empresa Hans Bus, por hacer más liviana la vuelta de los que no tenían cuerpo para subir andando.
Ojalá las próximas Romerías no sean solo "como las de antes", sino todavía mejores.
¡Viva la Virgen de Gracia!
06 agosto 2025
Entrenando dialéctica.
El devenir de los tiempos hace mella en cada espíritu de forma diferente. Con las olas de calor, a veces las ganas también se declaran en huelga de "brazos caídos". Y no deja de ser curioso cómo nuestra mente olvida encenderle al alma el termostato de "todo irá bien", y ésta empieza a sudar de forma incontrolable por cada poro de la frente, las patillas y la nuca. Son las ganas declarándose en huelga. Son las circunstancias diciéndote que has fallado, o que igual estabas equivocado con ciertas decisiones que tomaste (o creíste haber tomado) a lo largo de tu vida.
Es la desazón de los días tan largos, que tan alegres acogemos en primavera cuando las horas de luz no significan calor asfixiante, y las nocturnas no significan insomnio por decreto hasta los veintipocos grados sin aire de las tres o las cuatro de la madrugada. Puede que esta desidia que no ha podido con el deseo autoimpuesto de volver a plasmar grafías en una digital hoja en blanco, termine por irse con el calor igual que llegó en su día. Mientras me muestro ufano de seguir ganándole la batalla al tabaco, presente en muchas de sus formas en cada momento de mi día a día, y al "Lexatín" , que sigue paciente en su "blister" de plástico y plata, esperando a que mi alma no aguante el olvido de la mente de encender el termostato, y recurra a él.
Pero que no inunde el pesimismo este juego de entrenamiento dialéctico y mental, para lo que tiene que llegar más pronto que tarde. Pese a sentir a veces que uno es una estafa porque hay quien espera cosas de ti que tu cabeza, sin el estímulo al menos de una rubia helada (pro defectu de tabaco o drogas farmacéuticas), sabe que no es capaz de dar. O puede ser que has conseguido "vender" -con tus pocas e inusuales habilidades- un producto que a ti te parece tan innato como insuficiente y sin embargo, a muchos (que no a todos) les fascina.
Y aun así, siempre seguiré diciendo -perdón por la inmodestia- que mis habilidades no han sido lo suficientemente valoradas por muchos, y excesivamente por otros. Al menos hasta el día de hoy me han dado para poder comer y pagar facturas (no sin sudores), aunque siga pensando que ciertas habilidades merecían un poco más de reconocimiento, social y sobre todo económico. Pero ya se sabe, sin una cartulina en la pared (otra vez las malas decisiones del pasado) y con el refranero español tan presente en el calendario de la memoria, "nadie -y más en mi caso- es profeta en su tierra".
Se vienen tiempos difíciles, y no solo para la desazón de la mente por las olas de calor. Uno puede pensar aquello de: "En peores plazas hemos toreado". Pero entonces el torero tenía la mitad de los años, el respetable público era más agradecido y en el ruedo había más sombra porque el cambio climático ni se vislumbraba... Hay que ser fuertes. Mientras Morricone pone banda sonora con su "Misión" a este entrenamiento literario, y mis pensamientos sobre proyectos futuros, ganas de inventar y de intentar, de escribir o de hablar, se esfuman como un incienso de cofradía de barrio, recurro a una frase de cine para responder a mi propia desazón, a mi propia inquietud:
"-¿Y... cómo vivirás?
-Dia a día..."
No nos quedará otra, que seguir entrenando la escritura, para los días que tienen que venir...
20 marzo 2025
CUARESMA 2025 (I): "CONTRA LA ILUSIÓN Y LA FE..."
Llegando prácticamente a la mitad de la Cuaresma, el cofrade, el cristiano, el capillita, el que reúne uno o todos los adjetivos anteriores, repara más que nunca en la climatología. Antiguamente teníamos a los hombres de campo, las cabañuelas y como mucho, los más pudientes, al "hombre del tiempo" en la recién aparecida "Televisión Española".
Ahora con los medios técnicos a nuestro alcance, tenemos una "falsa" estación meteorológica en el teléfono móvil. Entre eso y el cambio climático que por nuestro maltrato al planeta estamos empezando a sufrir, las cuaresmas de la última década vienen con más incertidumbre que incluso antes, cuando los avances a la hora de realizar predicciones climatológicas no eran tanto.
El caso es que, incluso con la cuaresma tan lluviosa que estamos pasando, con el inicio de primavera tan lluvioso, con apenas dos días de tregua en varias semanas de agua, con todo eso y el refranero que ya sabemos lo que dice del mes de Abril, en el que este año será nuestra Semana Santa, con todas esas premisas, en el corazón del cofrade, del cristiano, del capillita, del que reúne uno o todos los adjetivos, se inicia el proceso de la ilusión y la fe.
Porque empieza una rutina temporal en su hermandad. Porque vienen la limpieza de la plata, la preparación de altares de Quinario, el montaje de los pasos y muchísimas tareas más dentro de la casa hermandad o de la iglesia de cada uno. Con la ilusión de que todo ese trabajo que se hace para honrar a los Titulares, lo vea la ciudad donde duerme el Lucero de la Aurora desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. Con la fe de que la Estación de Penitencia limpiará de pecados cada alma que la ejecute, y la fe del que trabaja y prepara todo pensando que Dios querrá dar una tregua en el clima para salir a evangelizar las calles.
En las hermandades, en la vida y el corazón del cofrade, del cristiano, del capillita, del que reúne uno o todos esos adjetivos, el bullicio no para, los cultos se preparan y celebran, se limpia, se guarda la vigilia de los viernes de Cuaresma, se hace la tertulia, y se trabaja con el amor que mueve a toda una corporación y sus hermanos, pese a que fuera, no para de llover.
Y esto es así porque así esta escrito, porque así lo mandan la ilusión y la fe, y aunque la madre naturaleza haya demostrado su inmenso poder ante los recursos humanos, contra la ilusión y la fe nadie puede.