Llevo unos días meditando sobre un aspecto de la vida, que con el paso de los años me induce cada vez más al pesimismo. Tras mucho tiempo conociendo los entresijos de la política local, y viendo en diferentes medios la nacional (siempre con informaciones y posturas marcadas por el libro de estilo, e intereses creados en cada medio) tengo que decir que es un tema del que me apetece aclarar ciertos aspectos.
Los que me conocéis mucho, o siquiera un poquito, sabéis que es un tema del que NO me gusta hablar. ¿Y sabéis por qué? Porque rara vez (creo que nunca) cuando me he tenido que referir a la política en una conversación ha sido para decir algo bueno de ella. Y la gente que me rodea en determinados momentos parece no darse cuenta de ello. Y hablan, y discuten, y tratan de arrimar el ascua a su sardina, y tratan de llevarse el gato al agua para convencer a su interlocutor, sobre el hecho de que su orientación o predilección de ideas (equivocadamente ligada a unas siglas políticas) es la más idónea para que esas personas mejoren su situación personal.
Yo conozco a personajes que son auténticos fanáticos radicales de sus siglas. Y me parece notar (puedo equivocarme) que piensan que con su actitud, creyendo ciegamente en sus siglas, y en los representantes de las mismas, algún día vivirán en una jauja imposible. Conozco a gente que es capaz de tirar mierda sobre la vida personal de otra sólo por pertenecer a la ideología contraria, o ser representantes de la misma. Aunque claro, si en esta maldita Carmona mía la gente lo hace simplemente por aburrimiento, qué no harán por unos intereses políticos, que (pobres de ellos) ingenuamente piensan que les benefician personalmente.
Yo no voy a hablar de tal o cual partido. A mi me han etiquetado ya en TODOS los partidos existentes en mi ciudad, simplemente porque mis relaciones personales incluyen a amigos o conocidos en TODOS Y CADA UNO de los partidos que existen en el gobierno local. Me hace muchas gracia cuando todos y cada uno de ellos en épocas de elecciones me creen afín a sus partidos. Y yo simplemente soy un ciudadano más , indeciso porque TODOS Y CADA UNO de esos partidos le han ilusionado primero y decepcionado después en algún momento de sus gestiones.
Por eso no hablo de tal o cual partido. Yo hablo de POLÍTICA en general, y aquí entra mi duda y mi razonamiento principal de este post. ¿Soy yo solamente o hay más gente que piensa que hablar de política en este País no sirve absolutamente de nada? Escuchen a cualquier partido, a cualquier político. Hoy tú pones un telediario y sale un político hablando y piensas: "MENTIRA". "Tú cobras sueldos, comisiones, dinero negro y vives como un rico, a mí me cuesta llegar a fin de mes" "Con qué derecho me estas diciendo que cumpla como ciudadano". Y todavía hay gente que (éstos sí que me dan pena) que suelta la lagrimita con el himno de sus partidos en los mítines y agitan su banderita, mientras prefieren mirar para otro lado y no ver la situación de que quien les da el mitin se irá en su cochazo a su gran casa con su engordada cuenta bancaria, y el de la banderita volverá a su piso de alquiler, y a su nevera llena con lo justo para tirar el mes.
Luego en la política local pasa tres cuartos de lo mismo. No hay nada que me aburra más soberanamente que estar en una reunión de amigos y que empiecen a discutir sobre las obras y milagros y miserias de nuestros candidatos a la alcaldía o el alcalde vigente, saliente o futurible. Y nadie se da cuenta de que esto es una cuestión de estatus social. El que está en el poder, cobrará cuatro años un sueldazo que se ocupará de subirse considerablemente en el primer pleno que se celebre. Y ya está. Fin de la historia. Entérense ya. El que está en un gobierno no hace cosas por sus ciudadanos. El que está en una oposición dice que las hará para estar en el gobierno. Y ambos casos lo que tienen es la mano abierta para cobrar su sueldazo a fin de mes, la espalda muy ancha para aguantar las peticiones, ruegos y exigencias por la calle, el oído cerrado para hacer caso omiso a las críticas e insultos, y el pie muy grande para pegarle el puntapié a la puerta del que ose criticar públicamente en un medio audiovisual o escrito cualquiera de sus gestiones.
Y mientras tanto, nosotros, los de a pie, los que nos ocupamos solo de intentar trabajar para vivir lo justo, seguimos hablando y perdiendo tiempo de disfrute social, de risas, de abrazos, o incluso de besos, por sumergirnos en una discusión sobre política como si NOSOTROS HABLANDO PUDIÉRAMOS ARREGLAR ALGO. Es muy triste. A mí me deprime, la verdad. Me deprime mucho la política, conocer sus entresijos más negros, saber cómo se mueve, y lo que hace, y ver cómo mis amigos pierden el tiempo sin darse cuenta de que hablar no sirve de nada en lo que a política se refiere.
Igual nunca nadie habla de lo que sirve en realidad, que es que un día se instaure un polígrafo en los mítines aderezado con un pinchacito de "suero de la verdad" y descubramos, sin fanatismos, sin radicalismos, quién es el candidato perfecto para dirigir nuestros destinos. El poder corrompe, y los que acceden al poder son por tanto corruptibles, por el simple hecho de que son humanos, y todos los humanos tenemos un precio. Yo siempre he pensado esto. ¿si no existiera más que un partido la cosa iría mejor? ¿todos los votantes y españoles iríamos a una? ¿no sería más facil olvidar la historia negra de nuestro país que un día nos dividió en dos, para ser una única España que remara en una misma dirección? ¿no sería más fácil que lo que primara sería la IGUALDAD PARA TODOS? ¿No sería más fácil que un médico que se dedica a salvar vidas, no cobrara menos que un político que la mayoría de las ocasiones se dedica a hacérnosla más difícil?
Fijaros qué triste, tristísimo, llevo un buen rato "hablando" en este post, y me acaba de pasar como cuando me ausento mentalmente de las conversaciones políticas entre mis amigos como si fuera un autista: me acabo de dar cuenta de que soñar es muy bonito, pero HABLAR, NO SIRVE DE NADA....
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