Yo siempre había odiado las orquestas de feria. Ya sabéis a lo que me refiero.
Esas que solo cantan temas tan machacantes como el "Paquito Chocolatero" (maldito el dia que alguien hizo la dichosa cancioncita), "La Mayonesa" o "Levantando las manos". Las típicas orquestas pachangueras que ganan dinero fácil a costa de gente borracha, que lo mismo le da bailar en una caseta a las tantas una sevillana, que una muñeira gallega.
Hasta que un día, cuando ya harto de feria volvía para casa, alguien me dijo, "vamos a la caseta tal, que canta una orquesta que es un pelotazo". A mi me llevaron casi a rastras, lo admito. Pero también admito que cuando ví lo que ví, me quede absolutamente maravillado.
Por eso, después de cinco años, aunque hayan cambiado de caseta, siguen teniendo la misma calidad (o más), la misma fuerza (o más), la misma simpatía (o más) y la misma respuesta por parte del público que los espera hasta las ocho de la mañana al finalizar su último pase.
Capitaneados en el escenario por el simpatiquísimo y artistazo Andrés, este genial grupo es el idóneo para hacer que cualquier fiesta dure hasta las tantas y la gente no se vaya.
Con temas de actualidad, versiones tan fieles que son cuasi perfectas, una banda genial, un sonido inmejorable, unos cantantes muy buenos, dos chicas y dos chicos, y un montaje visual que adorna el escenario y los envuelve en sus conciertos. Coreografías, voces, cachondeo, simpatía, y sobre todo calidad, son las credenciales de esta orquesta que hoy quería presentaros.
Yo espero verlos muchos años en la Feria de Carmona y creo que también lo haré en Carnavales ya que el año pasado probaron y el desfile, por primera vez, acabó a las tantas.
Y como sé que estáis esperando el nombre, me limito a repetir su lema...
Rocío, Fiorella, Andrés, Victor, Daniel, Ángel, Javier y Antonio.
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