21 marzo 2021

"SOLEÁ, DAME LA MANO, POR LAS REJAS DE LA CÁRCEL".

 "SOLEÁ, DAME LA MANO, POR LAS REJAS DE LA CÁRCEL".

Así rezaba la saeta de un preso de la antigua cárcel del pópulo al que acudía como cada año en su recorrido la Esperanza de Triana. Font de Anta estaba entre los espectadores que escucharon esa letra, que a él le sirvió de inspiración para componer la maravillosa marcha que todo buen cofrade conoce hoy.
Y es el segundo año que le tenemos que decir a la soledad, como componente de nuestra existencia, que nos dé la mano para aliviarnos un poquito otra Cuaresma más, otra Semana Santa más, de la nostalgia de tener que vivir en casa lo que siempre se vivió en la calle.
Vivir en soledad la batalla contra la naturaleza enfadada por culpa de la torpe mano del hombre. El hombre, que se empeña en buscar la guerra contra todo, cuando él es su propio y peor enemigo: "Homo hominis lupus" (El hombre es un lobo para el hombre) que diría el filósofo Hobbes. Vivir en soledad los quinarios por streaming, el incienso quemado en casa, el bacalao con tomate y las espinacas estilo Carmona en la mesa del comedor o la terraza de nuestra propia vivienda. Vivir los pregones, las cofradías y procesiones por youtube, o por la tele.
La soledad del cofrade obligada por esta pandemia de torpeza humana, insta a que pidamos a la soledad que nos dé la mano un año más, para que la esperanza nos dé fuerza en el sueño y el deseo de volver a vivir en condiciones las cosas de Carmona, Sevilla y Andalucía como siempre fueron, antes de esta pesadilla que nadie habría podido soñar.
Nos sentimos "prisioneros" de nuestras propias pasiones, de nuestras propias costumbres, encarcelados por el miedo y la precaución ante la guadaña con forma de virus. Ante el cuidado de nuestros mayores por parte de unos, y la impotencia de quien todavía no ha podido abrazar (incluso despedir) a los suyos por parte de otros.
Así que no queda otra que acordarse de lo que reza el sudario de "La Canina" que procesiona en Sevilla el Sábado Santo: "Mors Morten Superavit" (La muerte venció a la muerte), el AMOR venció a la muerte. Y como aquella marcha, y la saeta que la inspiró, fueron meced a una Esperanza, la de Triana, tengámosla enarbolada en lo más alto, y hagámonos cómplices de la soledad. Hay que pedírselo otro año más, y esperemos que sea el último, mientras, por qué no, ponemos la marcha de Font de Anta de fondo. Gritémosle desde lo más hondo de nuestra mente y nuestro corazón esta Cuaresma y esta Semana Santa para que nos acompañe y alivie: SOLEÁ, DAME LA MANO, POR LAS REJAS DE "MI" CÁRCEL.
P.Prieto
(21-03-21)
Domingo de Pasión.
La espera se termina.

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