28 mayo 2015

SEVILLA F.C.: CRÓNICA DE UNA HISTORIA DE AMOR (TETRA-CAMPEÓN DE EUROPA)

Llevo al menos un cuarto de hora intentando decidir el título de este post. Se me han ocurrido muchos: "Mírala cara a cara que es LA CUARTA", "La copa ya está aquí", "Póker de plata", "Pobre palangana, qué amargado se te ve"... y algunos otros más. Pero he pensado que por qué perder el tiempo en fijarnos en minucias teniendo delante, estando viviendo, sintiendo y disfrutando tanta grandeza. Mejor una historia de amor... la que empezó un bendito 10 de Mayo de 2006, como el que no quiere la cosa. Iba un escudo a una cita en Eindhoven con una señorita de plata. Como buen caballero sevillano que era, llegó, la miró, y la acarició cuatro veces... y ella cayó rendida a sus pies.  La trajo a conocer la ciudad de las dos orillas y el arte en las venas, y ella terminó de enamorarse. 

Finalizada la cita, quedaron para verse pronto, y ella fijó el siguiente encuentro, ya prendada de rojo y blanco, en Glasgow un año después. Por no faltar romanticismo no faltó ni la lluvia aquella histórica noche, y la volvió a acariciar dos veces, y ella, a pesar de que otro pretendiente también quiso cortejarla, quiso volver a los brazos del escudo que tanto la amaba. Nuevo paseo por Sevilla recibiendo piropos, parabienes, abrazos besos... más señales de amor.

Pasaron los años y el destino quiso separar a la señorita de plata y al escudo de sus amores. Pero se hicieron una promesa. Él le dijo: "Volveré pronto a por ti", ella :"Te estaré esperando". Y en 2014 pudieron darse las combinaciones astrales para una nueva cita. Ella estaba deseando, él mucho más y así, esta vez sin caricias, aguantándose las ganas hasta una agónica muerte súbita, volvieron a besarse y volvieron a pasear por la ciudad de los sueños, por el barrio donde esos sueños se sueñan con más prestigio, y en el estadio donde los sueños se cumplen. 

Él le dijo: "Quiero otra cita", ella se ruborizó y le respondió: "Pero... nunca he tenido más de tres con ningún amor... nunca hubo cuatro, nunca tan seguidas... si pudiera ser... ¿qué harías?...  -"Que te juraré amor eterno" -contestó él... y lo pactaron así. Sería en Varsovia un 27 de Mayo. Tal noche como hoy... con otro pretendiente muy duro, pese a que decían que no tenia nada que hacer... ella se dejó querer, pero las caricias de su amado escudo, los recuerdos de la ciudad que más la ha mimado, querido y piropeado... pudieron más... tres caricias.. tres... para la cuarta cita, la cita que tendrá mañana ese escudo con la señorita de plata de sus amores. Sí.. la cuarta cita.. donde nadie llegó, la que consumará el amor verdadero, la que me ha hecho llorar como un niño... como en la primera cita, por ver a mi escudo conquistar la grandeza de esa señorita de plata.

No las tenía todas conmigo, no estaba en mi hábitat, no estaba mi tele, ni mi almohada. Mi tele se había vuelto una pantalla gigante, y mi almohada la ponían miles de bufandas al viento rodeándome, y ocho mil gargantas que me ensordecían mi propia voz. Unos amigos que quisieron que estuviera con ellos, una rubita que quería vivir su primera final a mi lado. Mucha cocacola, un gran bocata previo a una larguísima espera en una cola.. mucho dolor de pies... casi un paquete de tabaco entero en menos de 5 horas, muchos nervios... y al final... la gloria... 

Me han pisado, empujado, regado en cerveza, abrazado y besado gente que NI CONOCÍA, y aunque no estaba en mi hábitat, me he sentido muy feliz... extraño, pero feliz... No faltaron las gracias a mi abuelo por hacerme del mejor equipo de Andalucía. No han faltado las felicitaciones de béticos señoriales y elegantes que por suerte cuento entre mis amigos, y que sé que se alegran por mí, simplemente por eso, por ser amigos que me aprecian. No han faltado las felicitaciones hasta de otras provincias de España por las redes sociales... no ha faltado nada...

Y de nuevo el llanto, el llanto que confirma que esto es un sueño que no quiero que acabe. Yo firmaba ya de entrada que pasaran otros siete años de distancia con alguna copa del Rey y Supercopa de España de por medio, y en siete años, volver a ganar otras dos señoritas de plata. Lo que está claro es que ahora sí se puede decir que sólo hay un equipo, una camiseta, un escudo, que ha logrado enamorar cuatro veces a esa señorita de plata llamada "Copa de la UEFA" o "Europa League" como ahora la llaman... da lo mismo el nombre, son cuatro de cuatro, y ahora es cuando muchos pueden empeñarse si quieren en que lo que importa es un derby... hay que entenderlos... si nunca han vivido como afición lo que ha vivido hoy el que tiene la sangre roja y blanca, nunca podrán comprender que esa historia de los derbys ha pasado a un profundísimo segundo plano.

Pero por esos amigos béticos elegantes, los de corazón, los que no se preocupan de más equipo que del suyo (que ya los pobres con eso tienen bastante), por esos, sólo por esos, tan escasos que casi están en peligro de extinción, por esos me gustaría que el Betis lograra aunque sea UNA VEZ lo que ha logrado el Sevilla cuatro veces, para que ven lo bonito y emotivo y lo GRANDE que es lo que se siente. Mientras tanto, el rey, el que tiene el póker de UEFAS, récords todos los que quieran comparar, temporadas y goles en primera, títulos, años de historia, etc... ese... sigue siendo el SEVILLA FÚTBOL CLUB... la verdadera historia de amor... más allá de la del escudo con la señorita de plata... la de una afición que venerará eternamente ese escudo, esa camiseta, esos colores... la crónica de una historia de amor imperecedera, una historia de amor... con un TETRA CAMPEÓN EUROPEO. 
¿Es... o no es para quererlo?



27 mayo 2015

HA LLEGADO EL DÍA (Sin supersticiones)

¿Habéis dormido bien, guardianes de Nervión? Si la respuesta es que sí, ya lo habéis hecho mejor que yo, por cuestiones de salud de mi familia, y mejor que muchos otros guardianes que han viajado de madrugada hacia Varsovia. Ha llegado el día. Yo creía en supersticiones pero esta noche he meditado. Las supersticiones están para cuando una bufanda bajo un cristal de una mesita de camilla tiene que sacarse fuera para una tanda de penaltis.

Estos días muchos amigos me han convencido para que deje de creer en supersticiones y crea en el fútbol, crea en unos jugadores que han demostrado estar más que capacitados para dejarse las vísceras por vivir otra noche de gloria. Yo he visto todas las finales en casa, y ahí las he ganado, con mi familia, con algunos amigos la primera de ellas, o abrazándome a mi bufanda en otras. Pero hoy no la veré en casa. Estaré con miles de almas que gritarán lo mismo que yo, sufrirán lo mismo que yo, cantarán lo mismo que yo, saltarán lo mismo que yo, y llorarán (espero que de alegría) lo mismo que yo. 

Para acabar con las supersticiones no hay medicina mejor que la voluntad de los que quieren estar contigo. Yo no quería ir, pero un grupo de locos a los que les guardo la obediencia y el fervor del cariño ha acabado por convencerme. Hoy no voy a creer en las supersticiones. Hoy voy a creer en el fútbol.  Porque tanto me lo han pedido que sería un ingrato si no atiendo a las peticiones de quien me ama y quien me aprecia. Porque otros amigos que tengo mucho más expertos y conocedores del fútbol me han dicho que no tema, que vamos a ganar la cuarta. Ojalá sea así. Por ellos dejo de creer en supersticiones.

Porque me han dado muchas razones, razones terrenales, mundanas, paganas. Nada de creencias. Porque me han dicho que hombre por hombre, el Sevilla es mucho mejor sobre el terreno, por calidad, por entrega, y por experiencia. Porque el devenir ganador de la temporada hace que un equipo cualquiera con la racha de los guerreros de Nervión se sienta invencible. Porque un entrenador que a veces ha hecho locuras, ha confiado en sí mismo y en esos guerreros y ha demostrado que las locuras dan la vida. 

Porque el año pasado ganamos ante un equipo mejor y con media legión tocada. Porque tenemos un duodécimo jugador infiltrado que desde el cielo nos empuja balones con el número dieciséis a la espalda, y nos ha abierto de nuevo la "Puerta" de la gloria. Porque no podemos permitir darle una alegría a los que sienten la verdadera alegría con nuestra tristeza y no con sus propias -pocas e insignificantes- alegrías. Porque sí, porque esa copa se siente a gusto en el rincón que Dios creó para su propio disfrute y que se llama Sevilla.

Por todo eso me alejaré de mi televisión, de mis nervios en soledad, de mis lágrimas en mi bufanda, y me iré darle mi aliento sumado con el de esos amigos y con el de unos cuantos miles de sevillistas más al auditorio al que pusieron el nombre de una mujer con una garganta que apodaron "La más grande". Pues si hay que tener una superstición, que "La más grande" nos prestará su garganta desde el cielo, la "Puerta" 16 se abrirá para que Antonio empuje desde allí los balones que salgan de botas sevillistas, y un entrenador loco y un equipo con sed de plata harán el resto.

Hasta mi padre, ayer con el virus maldito que deambula por mi Carmona, se ha puesto mejor hoy, porque quiere que me sume a la fiesta. Hoy tiene que ganar el fútbol. Que sí, que una final es una lotería, que cualquiera puede ganarle a cualquiera a un solo partido, que todo eso son leyes no escritas. Pero en el fútbol, casi siempre se ha impuesto la lógica, y no las supersticiones. Hoy después de muchos años, el modesto no será el Sevilla, y lo lógico es que el poderoso aplaste al modesto. Un amigo me hizo hace unos días una premonición. Si se cumple, os la contaré en el siguiente post. Yo de momento lo único que le pido al cielo es que el fútbol no me haga arrepentirme de que mis amigos me hayan convencido para que hoy deje a un lado las supersticiones.

Vamos a por nuestra copa. Vamos a por la cuarta, y recordad lo que escribí ayer... ¿Y qué pasa si no...? NADA. TE QUERREMOS IGUAL, SEVILLA F.C. Demasiado nos has dado estos años, para que si tienes un mal día, reneguemos de ti. Ya te debemos tres copas (y alguna más en otros bares), pero si tienes que apuntar otra más en la cuenta, bienvenida sea... nos quedan muchos años de amor para pagartelas.

A POR LA CUARTA!!!

26 mayo 2015

¿Y QUÉ PASA SI NO....? (A por la Cuarta)

Pon a hervir la sangre roja, Sevilla. La de las grandes noches de gloria que muchos sevillistas ni imaginábamos poder haber vivido. Soñarlas sí, porque tu escudo se forjó a golpe de sueños, y en tu cien cumpleaños nos enseñaste que a veces, sólo a veces, muy contadas veces... los sueños se cumplen. 

Baila con el balón en Varsovia al son de la polka de tu guerrero de nombre impronunciable. Vuelva a meternos en la retina aquel gol que nos cambió la vida, y los cuatro que nos hicieron vivirla. Vivirla con aquel cabezazo de Luis Fabiano, con aquel zurdazo y aquel fusilamiento de "il cappo", con aquella tijereta del gigante de Mali.

Vuelve a traernos la lluvia de aquella carrera de Adriano y aquel pase del "duende" que solo tuvo que empujar de nuevo "la pantera". Vuelve a lanzarnos al vacío medio metro sobre el suelo aquellas tres veces que voló el capitán Andrés, cuando mi feria se iluminaba de farolillos, y Glasgow hablaba sevillano.

Deja que luego pase el calendario con copas "reales" y supercopas nacionales. Y regresa de nuevo para extender tu bandera del centenario, esa "sábana pintarraqueá" que decían algunos y que se ha vuelto más Santa que la de Turín. Aquella ciudad donde bailamos un fado con la mano de Beto y la pierna maltrecha de un francesito que volvió a recuperar la historia de amor con nuestra copa.

Hierve tu sangre roja, Sevilla. Roja como la camiseta que luchará por besarla otra vez, por hacernos gritar de alegría, llorar de emoción, abrazarnos a desconocidos, saltar, cantar, y bailar la polka. Ponla a hervir que quedan horas para poder levantarla de nuevo.. y si no se levanta ¿qué pasaría?...

¿Es que lo dudas, Sevilla? ¿Te lo cuento? ¿Qué pasa si no ganamos la final?¿Qué pasa si la copa no vuelve a la ciudad y a la afición que más la quiere? Pueden pasar muchas cosas. Una de ellas puede ser que una pequeña parte de Sevilla saque la botella de champán que le quedó de ayer, para con su clase y categoría, celebrar nuestra derrota.Puede pasar que ahora crean que vamos en declive, o que la temporada ha sido un fracaso. Puede pasar que el equipo se rompa... pueden pasar todas esas cosas. Más de uno estará deseando que pasen, pero ¿sabes qué? No creo que eso pase si no hay cuarta. Porque ya no somos aquellos que se conformaban con que el Sevilla quedara por encima del octavo puesto, ahora esos son otros.

Porque ya no somos aquellos que pinchaban cuando a la vista se nos ponía un horizonte de gloria. Ya no somos aquellos que salimos a la calle por un descenso administrativo, o que lloramos desconsolados en Oviedo. Ya no somos aquellos que llenábamos el Ramón Sánchez-Pizjuán a las doce del mediodía. Ya no somos aquellos... y lo seguimos siendo.

¿Sabes por qué, Sevilla? Porque la grandeza se obtiene sin vivir del pasado, pero sin olvidar de dónde se viene, lo que se ha pasado y lo que se ha sufrido. La grandeza se obtiene dejando atrás en la carretera, la parada obligatoria de una rivalidad que ya se nos quedó muy pequeña y que muchos se empeñan en recordar, necesitan recordar para darle algo de sentido a su afición por otro equipo y a sus propias vidas.  La grandeza es saber que ya no somos aquellos, pero seguimos siendo los mismos. Los que hubieran firmado en junio del año pasado dejar las cosas como están. Con récord puntos y victorias, con nuestra décima clasificación europea en once años, con otra final europea a la que hay que llegar, y con muchas noches de gloria y de risas. Yo lo firmaba otra vez si no ganamos la copa, pero tú pon a hervir tu sangre, Sevilla.

Vuelve a emocionarme sin llorar porque ya no me quedan lágrimas. Hazme celebrarlo con la tranquilidad de quien celebra una bendita rutina, que ya estamos hasta acostumbrados a tus finales. Porque esa copa nos quiere, está a gusto aquí, como todo extranjero que viene y pisa tu suelo, se bebe tu alma en oro líquido, y te besa a la orilla del río, y te saborea en "la gloria del jamón con esas vetas blancas a los laos que parece la bandera del Sevilla", que decía Barbeito en su pregón.

Tráela de vuelta, Sevilla, pon a hervir la sangre roja, y disfruta las mieles del éxito, que de los fracasos ya nos ocupamos nosotros para decirte que te queremos igual. Y si no la traes... no pasa nada, pero tráela para que pase, para que vuelvas a hacer a más de la mitad de Sevilla la más feliz de Europa, la que más llora de alegría, la que más quiere a esa copa. Pon tu nombre en lo más alto de su base que vas a ser el primero, Sevilla, que pueda ponerlo cuatro veces. Yo no estoy nervioso, estoy confiado en que los guerreros de Nervión saldrán a por todas... tú solo pon a hervir tu sangre roja, y regálanos otra noche memorable, que quiero acabar como acabé las anteriores... llorando de alegría... mientras grito tu nombre....




25 mayo 2015

UNA DE MIEDO (Inspirado en hechos reales)

Hacía tiempo que la noche había caído en aquel paraje, que pese a las ruinas en las que se encontraba, tenía un punto idílico. "Quizá no ha sido buena idea", pensaba mientras veía cómo sus amigos se agrupaban sentados en círculo alrededor de la luz artificial en aquella galería del misterioso convento. Aunque era verano, la temperatura de la noche había caído... demasiado quizá, al extremo de que llegó a pensar que sólo hacía frío en aquel punto concreto del edificio, o al menos más frío que fuera de allí.

Todo había trascendido de las típicas bromas sobre valentía y sobre creencias, de la perogrullada sobre el atrevimiento a pasar una noche allí o no. En su mente no paraban de dar vueltas las habladurías sobre el sitio en concreto. Unas terroríficas y otras muy cómicas desmintiendo las anteriores y dando como motivo la incultura popular. El caso es que poca gente se atrevía a pasar allí ya no la noche, si no al menos unas horas cuando había anochecido. Tras la famosa apuesta firmaron el pacto de no irse de allí hasta una hora determinada de la madrugada.

El reloj marcaba la una y diez. Llevaban exactamente setenta minutos reunidos allí, aproximadamente veinte de ellos en silencio. Eran cinco amigos contándose él, incluida la chica que le gustaba. Sus veintipocos años les aportaban ese grado de valentía inducida por la locura a vivir experiencias fuertes. La noche estaba oscura y silenciosa, solo algunos perros ladraban en los cortijos cercanos pero se oían débilmente. De repente uno de ellos se levanto: "voy a cambiar el agua", a lo que él reaccionó rápidamente diciéndole "Espera te acompaño". 

Salieron por uno de los grandes huecos del muro que daba al paraje solitario sobre le que a duras penas se sostenía el monasterio. Cuando su amigo terminó algo rompió el silencio. El grito femenino venía de dentro de la galería. Salieron corriendo en dirección al lugar de reunión y encontraron la luz rota y a sus amigos en una esquina de la galería. Las dos chicas se abrazaban nerviosas al chico que quedaba.  "Alguien me ha tocado el pelo" -dijo la chica que le gustaba-  "primero pensé que eras tú y al darme la vuelta no había nadie y luego..."
"¿Y luego qué?"-preguntó atemorizado.
"La luz se apagó y al volver darle al gas.... " No pudo terminar la frase y se echó a llorar...
"Hemos visto a alguien"-continuó el chico- "con... hábito"
"Si esto es una broma"- interrumpió su otro amigo- "no tiene ni puta gracia. A mí no me toquéis los cojones".
Diciendo esto su amigo, él sintió una bocanada de aire gélido, fugaz por su nuca que le puso los vellos de punta, y de repente en el silencio sonó una voz susurrante aunque con tonos graves y roncos: "Fuera...."

El grito común pudo oírse en toda la zona. Salieron como almas que lleva el diablo en busca del coche que esperaba fuera, dejaron allí el candil de gas y algunas mantas que ya no recuperarían. El coche, lejos de lo que él atisbaba (tras ver tantas películas americanas de terror) arrancó a la primera y casi como en un rally, su amigo condujo a toda velocidad por los caminos hasta llegar a la carretera.

Nunca volvieron a hablar de lo que pasó. Pero entendieron porqué en el pueblo había habladurías, quizá hasta por qué muchos preferían decir que eran fantasías y que allí no pasaba nada, pero sobre todo entendieron por qué nadie del pueblo, salvo algunos locos jóvenes con ganas de vivir experiencias fuertes, se atrevían a adentrarse en el Convento de los Frailes, una vez que la noche había caído sobre la ciudad....

20 mayo 2015

ROMA (Un pequeño relato "histoerótico")

Roma.Pleno apogeo del imperio. El sol se ponía en aquella villa de campo y apenas se colaba por el amplio atrio de la zona central de la misma. Los mosaicos de la fuente y el patio ya casi se doraban por la luz anaranjada que destellaban los reflejos del incipiente sueño del Dios Titán. En la villa del Gobernador, todos se habían ido ya a sus cubiculums a descansar. Todos excepto el Gobernador que andaba con una pequeña lucerna de aceite en una mano, y una copa de vinum en la otra, caminando alrededor del peristilo de la casa, con su toga celeste y su clámide blanca. Andaba descalzo buscando el frescor de la piedra tallada y el mosaico en aquella casi noche veraniega.

Era admirado en su territorio por su juventud para el cargo que ocupaba. Su cabello era recio y de un color rubio oscuro que se doraba con el sol. Era alto, aunque no mucho, y corpulento, sin llegar a ser obeso. Sus brazos fuertes, y unos marcados muslos y gemelos por sus entrenamientos militares. 
Lucía en su mano derecha, en su meñique el sello de los elegidos. De los tocados en Roma por la riqueza y el poder. Así lo contaba su séquito de esclavos y algunos libertos que se quedaron bajo el manto de su amistad, por la protección que ofrecía ser amigos del Gobernador. Andaba deambulando por el columnado peristilo para comprobar que todos dormían, salvo una esclava que encontró perdida en los alrededores. 

La primera vez que la vio supo que no sería siempre su esclava. Por más que la miraba, sabía que la única forma de amarla que tenía era hacerla su sirviente, pero que le daría la libertad tras mostrarle su corazón de hombre y no de poder. Abrió la puerta de madera lujosamente decorada que guardaba el cubículo de su elegida. Siempre recordaba al verla la primera vez que la tuvo ante sus ojos.


Su pelo era dorado y su tez clara. Reinaban en ella dos grandes ojos marrones, y unos labios perfectamente delineados. Era delgada pero muy sensual bajo la túnica de tul y el cinturón que ajustaba los pliegues a su cintura. Su trasero era firme y bien proporcionado, y sus piernas se le antojaban interminables para recorrerlas a besos. Ella se sobresalto al verlo entrar. No esperaba la visita del mismo Gobernador, allí, en su cubículo. 


-Salve, amo- dijo bajando la vista al suelo y poniéndose en pié, depositando sus manos entrelazadas delante de su cintura. 

-No te humilles- le replicó el Gobernador, dejando el vino y la lámpara sobre una mesa, y poniendo delicadamente su mano en la barbilla de la mujer, haciendo que levantara la mirada.
-Hoy no vengo a ti como tu amo, ni siquiera como emperador. Eros me ha llamado a tu aposento. Es la voluntad de los Dioses.

Ella entendió perfectamente su mirada. También había aprendido a amarle por el cariño con que fue tratada desde que la recogió en sus dominios. Sonrió dando su aprobación, y con una mirada maliciosa provocada por el morbo de lo que supondría tener al mismísimo Gobernador buceando entre sus piernas. Después de besarse, casi por instinto, soltó el broche de su hombro que era lo único que sujetaba su vestido como única prenda sobre su piel. El Gobernador hizo lo propio con su toga y se abrazaron con el ansia de sentir sus cuerpos desnudos fundiéndose poro a poro. En aquel abrazo, el ya casi erecto sexo del mandatario romano, rozaba juguetón la humedad de la entrepierna de la esclava.


Con un movimiento firme, la tomó en sus brazos y la depositó suavemente en el camastro, pasando a besarla y lamerla por completo hasta llegar a su clítoris. Echó mano de la copa de vinum, y fue dejando caer gotas con mucha habilidad por sus tobillos, pantorrillas, rodillas, muslos, vientre, pechos y cuello. Cada gota que caía sobre el cuerpo de su amada esclava era lamida dulcemente por su lengua y absorbida por sus labios.


Ella mientras besaba su boca y acariciaba su pelo con una de sus manos, masajeaba su miembro casi tirando de él para hacer que rozara con su clítoris, enfocándolo hacia su sexo ya muy húmedo. Pero él seguía siendo su amo, su Gobernador, y la voluntad de éste era muy distinta. Volvió a bajar a su clitoris, casi redondo, voluptuoso y palpitante. Parecía estar expuesto, ofreciéndose a ser comido y lamido con desesperación. Así lo hizo lo que provocó que ella se derramara en su boca para darle de beber néctar a su dueño.


El emperador subió las piernas de la esclava y las dobló pegándolas a su pecho, al tiempo que la penetró suave pero con un movimiento rápido. Solo dio varias embestidas no muy fuertes hasta que ella se electrocutó de nuevo y salió de ella. Ante la cara de extrañeza de su amada, se puso de pie junto al camastro y le dijo:


-Tu sabor es digno de Júpiter y Eros. No es un manjar digno de ser probado solo por mí. Recibe esta muestra y saboréala. 


Ella no dudó en acatar la orden con mucho agrado y excitación, e introdujo con suavidad el falo de su protector en la boca. Con un arte magistral solo sus labios y su lengua lo acariciaban, al tiempo que el sujetaba su pelo sin tirar, dejando que fuera ella la que eligiera la velocidad y el ritmo. En algún momento quería recordar a su esclava su poder, y tiraba de su pelo dejando inmóvil su cabeza para ser él quien suavemente movía su sexo penetrándole la boca. 


Casi tuvo que ser breve para no acabar y alargar el placer. La tomó de la cintura y la apoyó sobre el camastro para embestirla fuertemente desde atrás. Agarraba su pelo, lamía su cuello y su espalda, azotaba suavemente sus nalgas, acariciaba sus piernas y su clítoris, todo al tiempo que la penetraba una y otra vez, mientras ella gemía lo mas silenciosamente que podía para no despertar al resto de esclavos.


-Quiero beberte, Gobernador. Quiero que lo más profundo de ti entre en mi alma.- Acertó a decir entre gemidos notables.

-Ahora tu deseo será complacido- Respondió el mandatario.

La volvió a girar, y se tumbó sobre ella bombeándola cada vez más fuerte mientras ella arañaba dulcemente su espalda y volvía a descargar más flujo en la herramienta de su amo. Él no pudo aguantar más y con un movimiento rápido, bajó de la cama, y ofreció su pene a la mujer. Ella no dudó un sólo instante en reponder con su boca a la llamada, dejando que también sus labios de impregnaran con su néctar. 


El Gobernador cayó rendido en el camastro y ella se tumbó a su lado y se echó en su pecho. 


-Esta es la noche en la que los Dioses han decidido que elijas. Debes decidir entre quedarte aquí, o marchar a buscar tu destino. En cualquiera de las dos elecciones, serás una mujer libre...


Ella se sorprendió tanto por la amabilidad de su Gobernador que tuvo nítida la elección:

-No estaré nunca mejor que a tu lado, mi Gobernador...

Desde aquel día la Villa tuvo otro color. El color del dios Sol Titan que bañaba las tardes del dorado a los mosaicos. El color de las estrellas que más brillaban en Roma. Todo eso sería para ellos, como cómplices de momentos en aquella Villa, hasta el fin de los días. Villa que ya nunca sería la del futuro Emperador, pero no le importó. Siendo gobernador, ya se sentía el hombre más afortunado de todo el Imperio...

11 mayo 2015

SER UN CABALLERO, SER DE CARMONA.

Hace mucho, cuando escribía en el desaparecido "Carmona Información" hice un artículo llamado "El parlamento carmonense". En aquel artículo hablaba de los ratitos de ocio en la pequeña Administración de Loterías que regenta Valentín Pinaglia y donde se daban cita para interesantísimas tertulias, gente de todo ámbito y parcelas sociales, de asociaciones, o de otros mundos culturales de nuestra ciudad.

Es enriquecedor para mi alma haber compartido y seguir de vez en cuando compartiendo, esas tertulias, y empapándome de la sabiduría y el cariño que se aportaba en ellas.

Pues bien, uno de los frecuentes aunque de escasa permanencia en ese local, era un señor, que desde el primer día que me dio la mano y me presenté, pude captar sus amplias virtudes. Imponía con su porte alto y sus manos grandes. Su rostro dejaba ver el paso de los años pero albergando un estado mental impropio de avatares de paso del tiempo. Su acento no parecía de aquí, pero su pensamiento y su corazón a la hora de hablar, sí que lo eran. 

Y efectivamente no era nacido en Carmona, pero por su dilatada presencia en nuestro terruño, me atreví a pensar que su sangre tenía luceros de ocho puntas por glóbulos rojos, bañándose en un flujo sanguíneo que lejos de ser granate, parecía haberse vuelto azul y blanco. Hombre que mezclaba a la perfección la rectitud de las formas en sus opiniones, quizá a veces en extremo, con la comprensión y una de las virtudes que más valoro en el ser humano: el sentido común. 

Supe que había dedicado su vida a curtir otras vidas, el bonito y difícil oficio de la enseñanza (que no de la educación), aunque estoy seguro que también se ocupó de educar, además de enseñar, a tantos alumnos que ahora, con el paso de los años, guardan hacia él, el mayor tributo que un profesor de aquellos años pueda tener: el cariño y el respeto al recordarlo. 

Siempre me saluda con una sonrisa, porque me sabe buen amigo de corazón de su hijo, el dueño de ese "Parlamento carmonense". Siempre tiene una palabra de cariño, siempre un gesto de humor, y cuando una conversación se torna seria, una frase que sentencia y ante la que hay que claudicar por la sabiduría con la que la emite. Cualidades que extrañan si se producen en Carmona, pero claro, él no había nacido aquí, aunque fuera uno más de nosotros desde hace muchísimos años.

Cuando supe que se le iba a nombrar hijo adoptivo de Carmona, no dudé un segundo por mi experiencia con él, del merecimiento tan alto de ese galardón, porque dice la copla que "amor con amor se paga", y el cariño también, y Don Valentín Pinaglia Villalón, de quién les hablo, ahora recibe (quizá un poco tarde, pero al menos, vivo y plenas facultades mentales) el cariño que sembró en tantas personas que hoy son gente de provecho. Las mismas que han firmado su expediente, entre las que me honra encontrarme con mi peña "Los Pitos de Caña", junto con un sin fin de asociaciones de la localidad. 

Ya que no pude estar en el acto institucional de ese nombramiento, vaya desde aquí mi felicitación pública, mi abrazo a Valentín junior y a toda su familia, porque saben que me alegro de corazón porque Don Valentín, sea ya, oficialmente, un carmonense más. Estoy seguro que ahora brillarán con más fuerza esos luceros de ocho puntas, que tiene por glóblulos rojos en su sangre blanquiazul... la misma que le corre por las venas a su hijo, magnífica herencia por cierto, que junto a la de sus años como docente, nos ha legado el Señor Pinaglia Villalón, y yo me siento afortunado de disfrutarla.

ENHORABUENA.

08 mayo 2015

LO DE LOS "PRE"

Pensaba yo en hacer un "Pre-artículo", sin "Pre-juicios" sobre todas las antesalas que se están poniendo de moda en ciertos sectores de nuestra ciudad cuando se avecina cualquiera de nuestras tradicionales fiestas. Hace poco en Twitter vienen anunciando ya una "Pre-feria", y la verdad, lo primero que me ha venido a la mente ha sido un "Pre-lamento", por cómo lejos de cambiar de forma natural, nuestras tradiciones se van degradando progresivamente hacia un punto en el que no las va a reconocer ni la madre que las parió.

Yo entiendo que cierto sector, sobre todo joven, tenga ganas (porque para eso están en la edad) de buscar la mínima excusa para divertirse, o en ciertos casos también, emborracharse hasta el "Pre coma etílico". Entiendo que haya gente que como los que yo vamos teniendo cierta edad, prefiera seguir la estela porque para tomarse una copa basta que pase una mosca volando para buscar un motivo. Pero entiendo que haya otro sector importante (yo soy de ellos) que se hayan criado en unos "tempos" y unas tradiciones que les gusta mejorar, pero no cambiar porque sí.

Entiendo también que para el gremio de la hostelería y las copas, para algunas empresas de este gremio en concreto, sea un recurso para hacer "Pre-caja" de cara a la feria. Lo único que espero es que esta moda de las fiestas de "Pre-feria" un fin de semana antes de la misma, no sea el "Preámbulo" de noches de guardia moviditas en urgencias, en la Policía Local, Guardia Civil, etc... Pero más allá de esta cuestión que es puramente responsabilidad de unos jóvenes (cuya mayoría son mayores de edad, otros no) que se van a juntar para bailar (¿sólo sevillanas?) y beber hasta que el hígado saque la bandera blanca, y responsabilidad de sus progenitores, está la cuestión que decía de la tradición.

Miren, yo lo tengo muy claro. Es una lástima que para muchos jóvenes, que son los que deberían heredar, ciudar y mantener nuestras tradiciones (aunque sean libres de mejorarlas en muchos aspectos), la "Pre-feria" sea solo una serie de juergas nocturnas con alcohol de por medio. Pienso en tantas asociaciones y peñas señeras de la localidad, y me pregunto qué pensarán esos hombres, que en su día fueron chavales (ahí esta el archivo recién recuperado de TVCarmona de la feria del 90) que aprendieron a hacer auténticas "Pre-Ferias".

Es como lo de que en Carmona la tradicional "Noche del Pescaíto" ya sea la del martes previo al "Alumbrao" con el fin de montaje de las casetas, y no la del propio alumbrao que ahora es "noche de Cena" como si en lugar de la feria, la gente de las casetas fuera a una boda o a una comunión (que ya se han puesto igual o peor de pijas que las bodas). Que le pregunten al "Búcaro" o al "Perol" o a "La Giraldilla" o a "Los Tranquilotes" o a "La Amistad" o a "Los de la luz" o a los "Sin Hora" o....

Que le pregunten a ellos y dirán que la mejor "Pre-feria" es la de las noches de Lunes y Martes, en compadreo, risas y sudores, montando o acabando de montar los últimos detalles de sus casetas.  Pero claro, yo solo expreso mi opinión. Ni quiero cargar contra la juventud, ni con su forma de hacer las cosas, yo sólo me lamento por una "Pre-pérdida" de valores y tradiciones que durante muchísimos años hicieron una feria grande. Aquella en la que la gente no se iba a la playa, no había botellonas ni casetas "discoteca electrónica", y la gente podía llevar la comida de casa a las casetas. Una feria donde el vino regaba más que el engendro ese raro del "Rebujito" y se sabía beber, cantar y bailar  hasta que el cuerpo daba un "Pre-aviso" de cansancio.

Yo es que lo de los "Pre" nunca lo he llevado muy bien, y menos si son una excusa como digo para perder tradiciones que nuestros mayores nos legaron con toda la ilusión del mundo. Cada cosa tiene su fecha, que dentro de nada tendremos fiestas y botellonas de "Pre-Carnaval", "Pre-Semana Santa" o "Pre-Navidad"... y por más "Pre-fiestas" que hagan no creo yo que logren que el calendario alargue los días de fiesta, pero las tradiciones y la forma de verlas y vivirlas, sí que se las van a cargar a este paso.... 

04 mayo 2015

SE APAGÓ "LA VOZ" (Hasta siempre, Jesús)

¿Sabes, Maestro? Yo cuando mis amigos preguntaban al principio qué tal mi experiencia en el doblaje, siempre contaba tu historia...

Siempre contaba que mi voz de referencia, había sido aquella que en la radio de todos los andaluces, decía aquello de: "Andalucía... tres de la tarde"... o lo de "Canal Sur Radio en Sevilla"... o tantos otros indicativos.

Siempre contaba que el primer día que me crucé contigo y te puse cara, me dirigiste un simple "Gracias" cuando entrabas a Alta Frecuencia y yo salía y te abrí la puerta para entrar...

¿Recuerdas? Sólo alcancé a balbucear un: "...¿Je...Jesús Prieto?" Y tú me diste la mano y te dije que era un novato y que te consideraba un maestro. Y le quitaste importancia.

Siempre contaba aquella charla de casi cuarenta minutos de espera en la puerta mientras echábamos un cigarro donde me contaste toda tu experiencia en radio y doblaje y me dabas consejos...

Y todo eso ha venido de golpe a mi memoria cuando me he enterado que ya no estás. Me ha venido aquel maldito cigarro en el jardín de "Factoría de Ruidos" en Gines donde te pregunté por verte un gesto serio que qué te pasaba y tus palabras fueron "estoy jodido".... y no quise ahondar y seguir preguntándote por el respeto que siempre me causabas.

Y me ha venido el día que volvimos a verte tras tu operación, contando con los ojos brillantes que todo había salido bien, mas delgado, que las "habías pasado putas", pero que ya estabas activo. Los abrazos de todos, la alegría de todos...

Recuerdo tus anécdotas de doblaje en cada pausa, recuerdo cómo te he seguido admirando siempre, por ser para mí y para muchísimos oídos "LA VOZ" de Andalucía. 

Recuerdo las bromas de los compañeros de atril, diciéndome que si yo era familia tuya por llevar tu mismo apellido y que yo era un "enchufao" tuyo...

Y yo soy nuevo, imagino la de recuerdos y buenas anécdotas que tendrán el resto de compañeros veteranos contigo. Los que empezaron contigo en los 80 a ponerse delante de un atril a ponerle voz a nuestras vidas...

Si yo te conozco desde hace cuatro años, pero parece que has estado en mi vida siempre, porque tu voz lo ha estado, ahora me niego a aceptar que te hayas ido. No quiero, no me sale, no puedo... 

Maldito Lunes negro, que además se ha quedado mudo. Porque ya no está LA VOZ. Pero lo peor es que ya no está la persona. El Ponferradino que nos hacía las mañanas de doblaje más llevaderas con su forma de decir las cosas y su acento norteño. 

No sé como decirte adiós... tampoco me sale... también me niego... tú nunca te irás del todo, tu voz siempre va a quedar en nuestra memoria, en nuestros oídos, en nuestros corazones...  Junto a la de los que fueron tan grandes como tú. Constantino seguro que está deseando verte llegar al atril del cielo y echarse contigo unas risas. 

Nosotros en el Colectivo de Actores de Doblaje de Sevilla nos hemos quedado huérfanos. Eres un mamón, mira que irte sin avisar.... en fin... eso era muy tuyo. No se puede ser más humilde siendo tan grande. 

He derramado lágrimas por ti, que nunca pensé que derramaría. Porque uno nunca acepta el pensamiento de que sus ídolos se marchen, y menos cuando has aprendido de ellos, convivido con ellos, trabajad con ellos.... y eso me pasó contigo. 

Yo si algo voy a llevar siempre a gala, es que aprendí, conocí y compartí doblaje con LA VOZ, y lo más importante, con la persona que emanaba esa voz, y que si la voz era grande, mucho más lo era su dueño... nunca te olvidaré, nunca te olvidaremos.

Hasta siempre, Jesús Prieto. Un honor y una suerte haberte conocido.


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